Luis Enrique tomó decisiones arriesgadas como técnico de la Roma que no le funcionaron y que  provocaron su salida. Una de ellas fue colocar en ocasiones a Daniele  De Rossi entre los centrales buscando una especie de Sergio Busquets. Ahora, el seleccionador italiano, Cesare Prandelli, está dispuesto a  hacer lo mismo para el debut en la Eurocopa el domingo contra España. 

En la decisión de Prandelli hay tanta necesidad como  convencimiento. La ausencia por lesión de Andrea Barzagli le obliga a  buscar un componente para una línea de tres defensores inédita en los  dos años que lleva como seleccionador pero a la que apela en busca de  la seguridad perdida en los últimos amistosos. 

 "Podría ser una buena solución", admitió el martes el técnico. "Si  jugamos con tres (defensas), seguramente será con Daniele en el  medio", agregó. A su lado, como defensas puros, Giorgio Chiellini y  Leonardo Bonucci.  Así lo ensayó el martes en la primera práctica en Cracovia, donde  Italia trabajará durante la Eurocopa. 

El técnico no ve, sin embargo, a De Rossi como un zaguero. "No  habría más defensas, sino un centrocampista más, cambiaría poco",  señaló Prandelli, que insiste en que su equipo juegue al fútbol. Más  allá de los números de la táctica, desea que su equipo tenga la  pelota, que la mueva a ras de césped y que sea protagonista. 

 Y De Rossi dará salida al balón desde la defensa. Por delante, el  director de juego, Andrea Pirlo, y seguramente Thiago Motta, jugador  de lucha, pero también de toque con la zurda, que ocuparía el puesto  de De Rossi en el centro del campo. Prandelli sumaría así jugadores de buen pie, como se les llama en Italia. 

 El entrenador no oculta la admiración que siente por el juego del  Barcelona y de la selección española. De Rossi es un centrocampista  completo con pelea, llegada a gol y buen toque que atrás hará las  funciones que muchas veces se le encomiendan a Sergio Busquets en el  Barcelona. 

 El mediocentro azulgrana baja y se coloca habitualmente entre los  dos centrales para iniciar las jugadas desde atrás cuando Gerard  Piqué o Javier Mascherano se abren al lateral derecho porque Dani  Alves ya está en el campo contrario. 

 Luis Enrique, discípulo de Josep Guardiola en el Barcelona, ya lo  probó en la Roma en la temporada recién concluida. En el mismo  sentido, el argentino Marcelo Bielsa, de la misma escuela de los  anteriores, ha retrasado durante la temporada con el Athletic de  Bilbao a Javi Martínez, que podría jugar también en la zaga con  España durante la Eurocopa. 

 "Cuanta más calidad haya en defensa mejor, y Daniele puede  desempeñar los dos papeles", explicó Luis Enrique en abril cuando lo  probó.  "De Rossi es un grandísimo jugador, ya jugó esta temporada allí, a  veces por necesidad y otras por elección. Contra nosotros (en un  Juventus-Roma) fue el mejor en el campo. Tiene potencial, clase,  experiencia y características para hacerlo bien", respaldó hoy  Chiellini, el jefe de la defensa azzurra. 

La apuesta del español no salió bien en Roma. "No comprendo que  ponga a De Rossi en defensa para hacer jugar a (Fernando) Gago, que  era suplente en el Real Madrid", dijo Giuseppe Giannini, histórico  jugador romanista. "De Rossi es un centrocampista y no pienso en hacerlo jugar en  defensa", anunció el martes el checo Zdenek Zeman durante su  presentación como sustituto de Luis Enrique en el banquillo romano. 

 Prandelli, sin embargo, sí está dispuesto a seguir al ex  entrenador romanista, con cuyo credo futbolístico se siente cercano. "Es una persona creíble que se ha convertido en una referencia. Su  proyecto técnico es fantástico: ha traído cultura, un modo diferente  de hacer fútbol", dijo Prandelli cuando ya una ola de incomprensión y  de malos resultados se cernía sobre Trigoria, lugar de trabajo de la  Roma. 

 Prandelli sigue esa senda revolucionaria y puede pasar a la  historia como el enterrador del catenaccio, el juego de defensa y  contragolpe clásico de Italia y que aún defiende su inventor,  Giovanni Trapattoni, con Irlanda, rival de la azzurra en el segundo  partido de la Eurocopa.  A Luis Enrique no le salió bien en Roma. Prandelli sabe que asume  riesgos. De Rossi en defensa lo es.