Motociclismo · MotoGP

Rossi y Lorenzo, con la tensión acelerada y por las nubes

  • l español no sería campeón ni ganando las tres carreras finales si el italiano es segundo en ellas. Pedrosa crecido y Márquez más recuperado, árbitros del duelo.

Rossi y Lorenzo llegan a Australia separados por 18 puntos.

Rossi y Lorenzo llegan a Australia separados por 18 puntos.

SI las carreras de motos tuvieran un guión preestablecido, serían cine o teatro, y no deporte. Por suerte, eso no sucede, mal que a muchos le pese. Este es un espectáculo imprevisible y apasionante, con final casi siempre inesperado. Quien aspire al Óscar del éxito, debe ganárselo a pulso, la ficción no es aceptable. Sirva esta particular introducción para aclararles cómo está el 'patio' de MotoGP, en el que Rossi y Lorenzo mantienen la tensión por las nubes, enzarzados dentro y fuera de la pista.

Los dos pilotos de Yamaha disputarán el domingo en Australia la antepenúltima prueba de esta temporada que, a tenor de lo ocurrido la semana pasada en Japón, podría quedar casi sentenciada antes de que baje el telón el día 8 de noviembre en Valencia. Con tales antecedentes, los dos aspirantes al título llegan espoleados al país de los canguros y separados por 18 puntos que, de momento, dan ventaja al italiano y obligan al español a frenarlo. Una misión harto difícil si tenemos en cuenta la experiencia y solvencia del nueve veces campeón mundial. Aunque, como ya hemos mencionado, a priori, no hay nada escrito o teledirigido.

Puestos a hacer cábalas, descubrimos que Lorenzo no ganaría este Mundial 2015 ni venciendo las tres carreras que restan si Rossi termina segundo en cada una de ellas. Del mismo modo, si el de Urbino suma en Australia ocho puntos más que su rival, liquidaría el Campeonato la próxima semana en Malasia. Hay otras probabilidades, pero todas pasan por supuestos errores del líder Valentino que, en honor a la verdad, no ha cometido ninguno en todo el año. Sólo quedó fuera del podio en Misano, con un quinto puesto y, pese a tener dos victorias menos que Jorge, su regularidad es mayor e incuestionable, de ahí que mande en el Mundial de MotoGP con autoridad estratégica.

Es cierto que el piloto mallorquín actúa como un cohete en entrenamientos, apuntándose casi siempre los mejores registros. Pero al final, es la bandera a cuadros la que da o quita méritos y, por extensión, la que otorga los títulos. Lejos de asumirlo, Lorenzo se ha quejado en estas últimas carreras de que Rossi se aprovecha de la puesta a punto de su moto, de que intenta seguir su rueda o la de otros pilotos, de que la climatología está a favor del transalpino... Todo un sermón lacrimógeno que no le beneficia, pues las carreras y campeonatos no se ganan con 'pataletas', ni desgastando más neumáticos que el que te persigue, porque al final todo se paga.

Lo innegable es que hay mucha guerra psicológica sobre este tablero de ajedrez motorizado. Lorenzo acabó tercero tras Rossi el pasado domingo en Japón, después de haber liderado toda la carrera, y no digirió muy bien el resultado. Sus declaraciones aludieron a la influencia del azar o la lluvia y provocaron la ira del italiano: "Me parece irrespetuoso hacia mí echarle la culpa a la suerte. Yo también podría encontrar excusas cada vez que llego detrás, por lo menos una veintena", señaló alterado Valentino con mensaje incluido a su oponente: "Tenemos todas las cartas en la mesa para jugárnosla en las próximas tres carreras".

Con este panorama, la cita australiana de este fin de semana se antoja al borde de un ataque de nervios. Puede que Lorenzo vuelva a intimidar en entrenamientos y Rossi a reservarse para la carrera, una escenografía clásica de 2015. Pero ya sabemos que no hay guiones preestablecidos en grandes premios, ni dudamos tampoco de la influencia que ejercerán Márquez y Pedrosa. Especialmente este último, que llega a las antípodas crecido tras su impecable victoria de Japón, mientras que su compañero en Honda continúa mejorando de la reciente lesión en una mano.

De todos modos, esta batalla sigue siendo cosa de dos y habrá que estar muy pendientes a las chispas que salten entre Valentino y Jorge. Seguro que las veremos, pues el 'morbo' de este enfrentamiento traspasa la órbita del deporte y si Lorenzo se guarda algún as en la manga, ha llegado el momento de sacarlo. Rossi y las carreras, no van de farol, ni de teatro, ni de cine...

( * ) Jesús Benítez es periodista y escritor. Fue editor jefe del Diario Marca y, durante más de una década, siguió todos los grandes premios del Mundial de Motociclismo. A comienzos de los 90, ejerció varios años como jefe de prensa del Circuito de Jerez.

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