LA agradable novedad de la inauguración del campo de hierba artificial del colegio marianista de Nuestra Señora del Pilar nos hace rememorar la historia de la verdadera hacienda original de Santa Fe. Sobre la vivencia personal propia. Incluso hilvanada por la finca de Santa Rosa donde se celebraban las jornadas del tiro al plato. Nos hace un traslado a nuestra etapa como antiguo alumno de los dos colegios de San Juan Bautista y del Pilar. Una época llena de ingenuidad entre la infancia y la adolescencia. Desde la calle Porvera soñábamos con la tarde de los jueves para subir hacia el lugar donde ya estaba proyectado el nuevo colegio que llegaría a abrir sus puertas en el curso 1959-60.

Desde entonces a nuestros días puede estimarse que han pasado cincuenta y seis promociones estudiantiles a través de los distintos planes de enseñanza. Todos muy actualizados -según las épocas- y bien orientados por el profesorado del colegio. En un elevado porcentaje todo el alumnado durante más de sesenta años marcó su inclinación deportiva sobre los 50.000 metros cuadrados entre los distintos campos y el inmueble que conforman la superficie de la finca. La construcción de las piscinas y del polideportivo en el transcurso de los años aumentó la oferta deportiva.

En la batalla de los campos de Santa Fe se perpetúa con un busto la memoria hacia la figura servicial de un personaje singular como fue Ernesto del Valle 'El Neno', artífice en el quehacer del equipo que llevaba el mismo nombre de Santa Fe.

Santa Fe, hacienda propiedad de la comunidad marianista, siempre tuvo sus puertas abiertas al deporte jerezano. Incluyendo competiciones oficiales bien por su mayor repercusión en el fútbol como baloncesto y atletismo. Nuestra pasión por el fútbol y la formación académica recibida en el colegio halló la incidencia vocacional para elegir al periodismo como profesión, que por fortuna hemos podido ejercitar durante cincuenta años.

Hace unos días paseaba por los alrededores de la finca y sentía la curiosidad de ver lo que ya estaba casi terminado. No pasó de largo la exclamación de un compañero de nuestra época pasada: "Mira, igual que en nuestros tiempos. La instalación está dotada hasta de iluminación".

De lo anecdótico nos quedamos con las competiciones entre las aulas y los torneos de Navidad, Semana Santa y parte del verano, que conformaban los ratos de ocio y mayor divertimento entre los cursos de 1962 a 1964. Mantenemos el recuerdo sobre el primer profesor al que se le autorizó a lucir pantalón corto de deportes para disputar un partido de fútbol como fue don Santos Angulo, quien tuvo el detalle de nombrarme seleccionador del colegio, pasando más tarde -ya como exalumno- a ver a dos profesores en la temporada 69-70, don Jesús Fernández Liébana y don Carlos Díaz Chomón -ambos fueron más tarde directores de El Pilar-, cómo se incorporaban a la competición oficial en la que jugaba la Asociación Deportiva El Pilar, entidad a la que llegó a presidir el emérito sacerdote don Enrique Hernández, respondiendo a la propuesta del marianista don Gabriel Fernández.

El Colegio Nuestra Señora del Pilar, en su labor educativa, es un centro de enseñanza concertada que trata de ayudar a sus alumnos a ser personas autónomas, con habilidades activas que actúen con madurez y buscadora de la fe católica. Las enseñanzas académicas le reconocen ahora por la Junta de Andalucía en todos los niveles concertados. Realiza un seguimiento y orientación de los alumnos, con actividades extra lectivas que abarcan áreas, como desarrollo corporal, desarrollo intelectual, artístico y lingüístico. Se une todo al deporte como parte importante en la formación integral de cada alumno. La Olimpiada Marianista en los últimos años se constituye en la amplia y completa oferta que tiene el colegio del Pilar en su sede de Santa Fe como modelo de educación y deporte.