Atlético Sanluqueño, Sevilla, Albacete, Zamora, Talavera, Conquense, Balompédica Linense, San Fernando... y de nuevo Atlético Sanluqueño. Óscar Silva es uno de esos nómadas del mundo del fútbol que se ha tenido que ganar la vida de terreno de juego en terreno de juego. Con 35 años, varias fases de ascenso y hasta un ascenso a Primera División con el Sevilla (temporada 98/99), el jugador sanluqueño vive ahora una segunda juventud en las filas del club de sus amores.

En efecto, Óscar Silva tiene ya varias fases de ascenso en sus piernas con el Zamora, el Sevilla B o con el mismo Atlético Sanluqueño: "Fue en la temporada 95/96 con Carlos Orúe en el banquillo. Nos quedamos a punto de subir pero perdimos en Mérida en la última jornada de la liguilla y se nos escapó. El ascenso fue para el Poli Ejido", recuerda. Dos temporadas después lograba subir a Primera División con el Sevilla, que por aquel entonces entrenaba Marcos Alonso: "Tuve protagonismo en Liga aunque en la eliminatoria contra el Villarreal no jugué".

Ahora, Óscar Silva se ha convertido en la pieza clave del Atlético Sanluqueño que prepara Pepe Carrete. El habilidoso extremo zurdo acabó la temporada pasada en un estado de forma que ha prolongado durante la presente, hasta provocar con su desequilibrio natural el terror en las defensas contrarias. Buena parte de los goles del equipo verdiblanco partieron de sus botas, contribuyendo además con cinco tantos a los espectaculares números del Atlético Sanluqueño.

A sus 35 años, el futbolista sanluqueño confiesa que "me encuentro en un gran momento y mientras sea así seguiré jugando al fútbol", su pasión según refleja en su cuenta personal de twitter. "Es evidente que conforme avanzas en edad hay que cuidarse más pero yo me encuentro muy bien y tengo cuerda para rato".

No obstante, el paso de los partidos y los cambios de superficie ha hecho mella en el extremo zurdo, que desde hace varios días se trata en la clínica Los Álamos de Jerez unos problemas en los aductores. "No es nada, tan sólo que la temporada se hace larga y jugar en césped y luego en césped artificial no viene bien a estas alturas", confiesa.

Una de las claves del partido de mañana estará en saber imponer la veteranía del Sanluqueño a la juventud del Montuïri, filial del Atlético Baleares. "En este tipo de partidos se debe imponer nuestra mayor experiencia pero debemos tener cuidado porque el Montuïri ya nos demostró en su casa que es un equipo peligroso de medio campo hacia arriba".

Silva destaca del contrario a varios jugadores aunque cree que la baja por sanción de Sergi Rojals les puede hacer daño ya que "es el que hace jugar al resto del equipo". "Arriba tienen hombres rápidos, como Femy o Gilardoni. No creo que vaya a ser fácil aunque ellos están obligados a marcar para pasar y eso nos puede beneficiar. No nos podemos volver locos, debemos saber jugar con inteligencia e imponer nuestra mayor experiencia".

No era normal que un equipo que ha marcado más de 80 goles en el campeonato llevase más de 300 minutos sin ver portería. "Por suerte Cala (Abel Calatayud) acabó con esa racha. Hicimos muchas ocasiones en la eliminatoria contra el Prat y la eliminación nos dejó tocados porque aunque nos sentimos superiores en los dos partidos ellos tuvieron la fortuna de marcar en el primer minuto del partido de vuelta. El otro día no jugamos tan bien pero fallamos varias ocasiones, yo todavía me acuerdo del cabezazo que mandé fuera. No se me suele ir".

El caso es que el Sanluqueño afronta la vuelta con un empate a uno "que no es un mal resultado pero no debemos confiarnos", asegura Óscar Silva. El centrocampista espera una afición entregada. "Con el apoyo de nuestros aficionados estoy seguro de que vamos a dar el paso a la siguiente eliminatoria. Para la afición sólo hay buenas palabras, se ha volcado desde el principio con el equipo".