Los atletas Alberto Suárez Laso (T12) y Abderrahman Ait Khamouch (T46) pusieron el broche final a la participación española en los Juegos Paralímpicos con una medalla de oro y otra de plata, respectivamente, en la última jornada de la cita londinense.

El corredor asturiano, que establecido un nuevo récord mundial (2:24.50) batiendo su propia marca de 2:25.01, conseguida en el Mundial de 2011, se impuso al colombiano Elkin Serna Moren, y al tunecino Abderrahim Zhiou, en una carrera controlada siempre por español, quien dedicó la medalla a muchas personas, tanto familia como amigos y patrocinadores, pero "especialmente" a su hijo Álvaro "por su tercer cumpleaños".

Trabajador del metal antes de sufrir su enfermedad, detectada en 2007, Suárez afrontaba sus primeros Juegos. Sexto en los 5.000 metros en el Estadio Olímpico, en el asfalto londinense demostró su categoría y prácticamente dominó la prueba a su antojo. El tunecino aguantó hasta el kilómetro 30, pero a partir de ahí el ritmo constante del español terminó con su resistencia, mientras que el colombiano Elkin Alonso ya estaba a más de medio minuto. Sin la presencia del tunecino, al que consideraba su máximo rival, enfiló hacia la meta sin rivales.

Mientras, Abderrahman Ait Khamouch, en la categoría T46, acabó "dolido" por haber perdido la medalla de oro en favor del brasileño Tito Serna, que se aprovechó de un ataque de tos del español para pasarle en la última recta de meta. El maratoniano, a quien en Cataluña se le ha retirado la beca, llegó a 24 segundos del ganador (2:31.04). Ait Khamouch pasó con una ligera ventaja de cuatro segundos sobre Sena por el kilómetro 35, pero no pudo despegarse de él y en los momentos decisivos, el resfriado que le había afectado en los últimos días apareció de forma fatal. La tos le hizo desacelerar y el brasileño ya no encontró oposición para hacerse con el oro.

Del resto de la jornada final destacó el triunfo de Rusia en fútbol 7, que se hizo con el último oro de los Juegos Paralímpicos al vencer a Ucrania, que defendía título, por 1-0, tomándose la revancha de la final perdida ante sus vecinos hace cuatro años en Pekín 2008. Eduard Ramonov puso a los rusos por delante en el marcador en el minuto 44 en el Riverbank Arena, pero los ucranianos, también campeones en Atenas 2004, no pudieron empatar. Irán, por su parte, se hizo con el bronce al derrotar por 5-0 a Brasil.