El Arcos se deshizo ayer de uno de los equipos más interesantes que han pasado por el Barbadillo hasta el momento, la UD Roteña. La jugada clave del encuentro se produjo nada más iniciarse el partido, cuando el local Pichi golpeó a Álex Expósito en la cara sin que ni árbitro ni su asistente se percatasen del hecho. Lo que sí escuchó el asistente principal del partido fue la respuesta en forma de insulto del jugador roteño, por lo que fue expulsado.

La primera mitad se vio claramente afectada por esta jugada, lo que permitió a la Roteña jugar con cierta comodidad en posiciones retrasadas con dos líneas de cuatro, dando entrada Javier Manzano a Villalustre por el sacrificado Urban para aprovechar la velocidad del punta roteño y pillar a la contra a la defensa arcense, cosa que consiguió en el minuto 27 cuando Lolo Prados puso por delante a su equipo desde el punto de penalti.

En la segunda parte no cambió la tónica del partido. Al Arcos le costaba un mundo traspasar las líneas de la Roteña, pero el gol de Sotelo igualó la contienda e hizo perder confianza a los de Javier Manzano. La entrada en el campo tanto de Vito como de Zúñiga dio más fuerza a los blancos. Fruto del dominio ejercido fue la jugada del segundo gol local, que culminó Pichi. Sotelo hizo el 3-1 poco después. La Roteña todavía tuvo arrestos para provocar la jugada del segundo penalti a su favor.