Tercera derrota consecutiva del Guadalcacín ante el Peña Rociera en un partido loco, que comienza ganando y acaba perdiendo a un minuto del final por 3-4 de forma inmerecida. Por trabajo, tesón y empuje en la segunda mitad, el punto debió ser el mal menor para un conjunto que sigue tercero, lo dio todo sobre el terreno de juego ante un rival experto y supo explotar sus armas al máximo.  

El Guadalcacín llegaba al choque presionado y sin apenas tiempo para digerir el correctivo que le endosó el domingo el Torreblanca (2-5). Entró intenso y fuerte al partido, no acusó demasiado el mazazo y se puso muy pronto por delante en el marcador. 

Elías fue derribado claramente dentro del área y el árbitro, pese a las protestas visitantes, no dudó a la hora de señalar el penalti. El propio Elías, que agarró el balón con decisión, adelantó a los azules en el minuto cinco.

El cuadro local quería poner tierra de por medio y lo intentaba con llegadas por las bandas pero el Peña Rociera no daba facilidades y con el paso de los minutos inquietó a Migue con un par de lanzamientos que el meta solventó bien o se marcharon fuera.

Acciones polémicas

En el minuto 22 llegó la primera acción polémica del partido. Una buena jugada de Óscar la culminó con un pase al segundo palo en el que se encontraba Elías, que mandó el balón al fondo de la red. El colegiado anuló el gol por fuera de juego.

Tras dos avisos del Peña Rociera, otra acción rigurosa que en esta oportunidad enojó a los visitantes muchísimo. Un saque esquina botado por Raúl lo cabeceó a gol Cala. El tanto fue invalidado por falta del centrocampista (28').

Las fuerzas se fueron nivelando, los sevillanos lo protestaban todo y se metieron en el partido a base de arreones. Tanto, que a falta de cuatro minutos para el final de la primera parte lograron poner las tablas en el marcador en una acción calcada a la del gol anulado. Córner lanzado por Raúl y gol de Cala.

Los últimos minutos fueron vibrantes y los de Galiano se tuvieron que conformar con marcharse al descanso una igualada ante un rival que propuso menos.

Fernando fue el autor del tanto del empate a dos al rematar un saque de esquina.

Segundo acto vibrante

El segundo acto arrancó como el primero, con un Guada bien posicionado y buscando desnivelar el tanteador. A los 47 minutos, un tiro cruzado de Adri se paseó por delante de Rivas  y no entró de milagro.

Y de una portería a la otra pero con distinta fortuna. El Peña Rociera le dio la vuelta al marcador en el minuto 50. Un duro disparo de Raúl lo despejó Migue como pudo y el rechace lo mandó dentro un bien colocado Pablo.

Elías era el jugador más peligroso del conjunto azul. Primero provocó una falta al borde del área que le costó la amarilla la a Checa (53') y un par de minutos después cayó en el área pero el árbitro no estaba por la labor de pitar más penaltis.

Con el marcador a favor, el Peña Rociera tiró de experiencia y ya comenzaba a demostrar los motivos por los que es segundo y encadena seis jornadas sin perder. En cada acción reclamaba faltaba y arañaba minutos al crono con un colegiado que lo permitía para la desesperación de los jugadores locales.

Pero el Guada no estaba dispuesto a tirar la toalla y en el minuto 68 puso las tablas. Adri botó un saque de esquina y Fernando de cabeza lo convirtió en el tanto del empate. Era la justa recompensa al esfuerzo. 

Respuesta rival

Con el empate, Migue salió al rescate para realizar una gran parada a Pablo y evitar el 2-3 en el minuto 70 y en el 75 no pudo hacer nada para Gordi adelantase nuevamente a los nazarenos al recoger un rechace de la defensa en una segunda jugada.

Decepción y vuelta a empezar. Los azules tiraron de orgullo y les volvió a funcionar el balón parado. Adri nuevamente niveló la contienda al transformar una falta directa próxima al pico del área (82').

Pero el encuentro iba a tener un final cruel. El Guada, en el último minuto, y nuevamente en una segunda jugada volvía a encajar un nuevo tanto, el cuarto de la tarde-noche. En esta oportunidad fue Villalón el autor del gol de la derrota de los azules. Demasiado castigo para tanto esfuerzo.