Un gol de penalti de Juanmi Becerra mantiene la esperanza del Sanluqueño de cara al partido de vuelta ante Las Palmas Atlético cuando peor lo pasaba el conjunto verdiblanco. Los tres tantos de renta que llevaban en el marcador los canarios parecían sentenciar la eliminatoria cuando una jugada cambió el signo del partido. Un disparo de José Parada que golpeó en las manos de Óscar Pérez supuso la segunda tarjeta amarilla del central isleño y la consiguiente pena máxima que da vida, oxígeno puro, a un conjunto andaluz que hasta ese instante naufragaba en la isla, superado por la efectividad local, el calor y la superficie sintética.

Regresa de Canarias el Atleti con sensaciones contrapuestas. Porque es cierto que el tanto de Juanmi Becerra le mete de lleno en la eliminatoria, ahora con el factor cancha a favor en El Palmar y sobre hierba natural en busca de un 2-0 que le clasificaría para la gran final por el ascenso. Pero también con cierta pesadumbre porque tras su gol, y en superioridad numérica, disfrutó de varias ocasiones muy claras para haber apretado más el marcador y que la remontada fuese menos costosa.

Y eso que el partido no comenzó mal para los jugadores atletistas. Se temía una salida en tromba de los canarios, alentados por el millar de aficionados que llenó la única grada de una instalación vetusta y limitada, impropia para un filial de un equipo de Primera División.

Pero nada más lejos de la realidad. Los chicos de José Manuel Pérez Herrera controlaron los primeros minutos, incluso tuvieron dos saques de esquina a favor, por lo que nada hacía presagiar que en el primer disparo a puerta y a las primeras de cambio se adelantasen los amarillos.

Un balón del central Óscar Pérez a la espalda de la defensa dejó solo a Manu Dimas ante Ismael y el delantero centro resolvió de fuerte derechazo cruzado.

El tanto hizo daño al grupo visitante. El propio Manu Dimas estuvo a punto de cazar un rechace de la defensa tras un centro de Borja Herrera, con el Atleti aún tocado por el primer revés del mediodía, el primer tanto que recibía en esta fase de ascenso.

En una acción parecida a la del gol, Ismael tuvo que salir al límite para despejar ante el ariete local y la acción acabó con una falta en la media luna del área. Los dos laterales isleños fabricaron el segundo tanto: el derecho, Álvaro Arencibia, tocó para el zurdo, Borja Herrera, que coló el balón por la escuadra, un obús que solo acertó a tocar Ismael. Era el minuto 35 y los amarillos ni se lo creían. Máxima efectividad.

Hasta el descanso el partido se endureció, con algunas entradas a destiempo de jugadores locales, consentidas por el árbitro. Aparecieron los piques sobre el caucho y también fuera del campo, cuando ambos equipos se retiraban a los vestuarios. Incluso la Policía Nacional debió tomar posiciones para calmar los ánimos.

El guión de la segunda parte no sorprendió a nadie. Las Palmas Atlético se dedicó a conservar su ventaja y cedió el balón al Sanluqueño, en busca de alguna acción a la contra para rematar a su rival. Y así llegó el tercero, tras una jugada de Jefté por la izquierda y un balón rechazado en el área que el argentino Nico González, recién entrado al campo, empujó a la red. El 3-0 era un marcador exagerado, un excesivo castigo porque Ismael no tuvo que hacer ni una sola intervención.

Solo cinco minutos después del tercer tanto amarillo llegó la jugada que cambió el partido, y quién sabe si también la eliminatoria. El penalti por manos del capitán Óscar Pérez dejó a Las Palmas Atlético con diez jugadores, y Juanmi Becerra, con algo de suspense, convirtió desde los 11 metros, ajustado mucho el balón al palo derecho de Álex Guanche.

Desde ese momento el balón fue monopolio del Sanluqueño ante un fatigado equipo canario, que se dedicó a perder el mayor tiempo posible y que pedía agua por señas. Los verdiblancos perdonaron el segundo gol, sobre todo en una gran ocasión de Marc, a bocajarro en el área chica, que Álex Guanche rechazó de forma inverosímil; aún debe estar preguntándose el portero canario cómo lo hizo.

El incorporado Adri y Parada gozaron de otras dos claras oportunidades, en los minutos 82 y 85. El primero tras regatear al guardameta, pero se quedó sin ángulo para precisar su tiro, que no encontró palos, y el segundo en un remate alto, a pase precisamente de Adri, llegando desde atrás.

El esperado segundo gol no llegó, pero al menos consiguió el Sanluqueño que la eliminatoria no quedase decidida, aunque a la puerta del vestuario local felicitasen a sus jugadores como si hubieran pasado ya a la final. Pero queda un partido de vuelta en El Palmar y la cuenta atrás para la remontada ya ha comenzado.