Tour de Francia · Octava etapa

Groenewegem repite triunfo

  • El holandés iguala el triplete de Sagan y Gaviria en la última jornada para el lucimiento de los velocistas

  • Sin cambios en la general y con Van Avermaet líder, el pelotón mira al pavé

Dylan Groenewegen (Lotto Jumbo) se puso a la altura de los mejores velocistas del pelotón igualando los dobletes de Peter Sagan (Bora) y Fernando Gaviria (Quick Step), a los que batió para apuntarse la octava etapa, disputada entre Dreux y Amiens a lo largo de 181 kilómetros, en la que Greg van Avermaet (BMC) mantuvo el jersey amarillo.

Groenewegen, nacido hace 25 años en Ámsterdam, volvió a exhibirse ante la élite, confirmando que ya no es una promesa, sino una realidad, capaz de repetir triunfo frente a rivales del máximo calibre. En la meta de Amiens repitió la escena de apenas 24 horas antes en Chartres, esta vez ante Sagan y John Degenkolb (Trek).

Nadie pudo con él. Atacó Sagan de lejos y se metieron en la refriega Degenkolb, Arnaud Demare (FDJ) y Alexander Kristoff (UAE Emirates), pero el joven de la ciudad de los canales, orgulloso y con personalidad propia, pues no imita a ningún otro velocistas, se mostró imperial para adjudicarse su tercer éxito en el Tour y el undécimo de la temporada.

En la general no hubo cambios en una jornada de transición hacia el pavé. En el día de la fiesta nacional de Francia se adelantó la etapa por el partido entre ingleses y belgas del Mundial de Rusia. También se habló de tenis por la coincidencia con la semifinal del torneo de Wimbledon entre Novak Djokovic y Rafael Nadal.

El balón y el pavés rivalizarán por el protagonismo hoy. Francia juega la final de la Copa del Mundo, pero la jornada del Tour mira con máxima expectación a los adoquines de la Roubaix, donde los favoritos van a sentir el miedo a perder la carrera.

A la capital de Picardía llegaron intactos los hombres de la general, menos Daniel Martin (UAE Emirates),que perdió 1.16 minutos por una caída. Y Avermaet lucirá el maillot amarillo en el adoquinado, tal y como soñaba.

Los hombres de la clasificación real sin cambios. Rigoberto Urán (EF) es séptimo a 48 segundos del líder. Alejandro Valverde (Movistar) lo sigue a 54. Richie Porte (BMC) está a 56, Mikel Landa (Movistar) a 58 y Chris Froome (Sky) a 1.06.

El Tour entró en busca de un sprint en el Somme, tierra herida por la I Guerra Mundial y simbolizada por el Ángel llorando que guarda su catedral gótica de Notre Dame. Pero no hubo batalla hasta la aparición de los guepardos del pelotón, agazapados en el trayecto amenizado como siempre por los anónimos de los equipos invitados.

Salieron a por su cuota de pantalla en el kilómetro 20 Minnaard (Wanty) y Grellier (Direct Energie), pero el proyecto fue un infructuoso viaje a ninguna parte que se esfumó a 7 de meta, cuando ya se veían en lontananza las torres de la catedral de la ciudad natal del presidente de la República, Emmanuel Macron, en la que también vivió y murió el escritor Julio Verne.

Una montonera a 17 de meta afectó a Gaviria, Martin y Julian Alaphilippe (Quick Step), siendo el más perjudicado el irlandés.

El Sky se dejó ver al frente hasta llegar a la zona de seguridad. Fue Sagan quien atacó de lejos, convencido de poder rematar el triplete, pero le faltaron fuerzas para rematar. Y entonces apareció Groenewegen como un obús para saltar la banca. Esta vez no tuvo que mandar callar a nadie, pues ya se sabían su nombre, que había escrito en el historial del Tour como vencedor de la séptima etapa.

De la tierra a la luna, escribió Verne. De Amiens a Roubaix. El Tour va camino de escribir una jornada inolvidable. La del miedo, la del pavés.

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