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Triplete para Heynckes

  • El Bayern se impone al Stuttgart y pone el broche a un año perfecto

El Bayern Múnich conquistó ayer uno de los mayores éxitos de su historia venciendo 3-2 al Stuttgart en la final de la Copa alemana en Berlín y convirtiéndose en el primer equipo alemán que gana en una misma temporada el triplete de la Copa, la Bundesliga y la Liga de Campeones.

En su último partido antes de ceder el banquillo al español Pep Guardiola, un emocionado Jupp Heynckes se despidió ovacionado por los 72.000 espectadores que llenaron el Estadio Olímpico de Berlín y redondeó la que para muchos es la mejor campaña en la historia de un club de por sí rico en leyendas y títulos.

Los goles de Thomas Müller (37') y Mario Gómez (48' y 61') valieron más que el doblete de Martin Harnik (71' y 80') para un muy meritorio Stuttgart y engrosaron una temporada con récords y cifras de ciencia ficción para los bávaros.

El Bayern de Heynckes ganó la Bundesliga con una ventaja de 25 puntos y una diferencia de 80 goles a favor y perdió sólo tres partidos en un año. Hasta ayer sólo había sufrido un gol en la Copa.

El técnico de 68 años sumó su nombre a la selecta lista de tres entrenadores que ganaron un triplete desde que la Liga de Campeones se juega en su formato actual: Alex Ferguson (con el Manchester United en 1999), Guardiola (con Barcelona en 2009) y José Mourinho (con el Inter en 2010).

Sin los brasileños Dante y Luiz Gustavo, cedidos a regañadientes a su selección para la Copa Confederaciones, y con la novedad de Mario Gómez en lugar de Mario Mandzukic, el Bayern comenzó el partido con una abrumadora posesión y las primeras jugadas de peligro.

El holandés Arjen Robben, demasiado egoísta, disparó en lugar de centrar en el minuto tres y Alaba desaprovechó un mano a mano que tapó bien el portero Tom Starke en el 26. Pero el Stuttgart dejó claro que no admitía el rol de testigo pasivo e hizo valer el mayor tiempo que tuvo para preparar la final con un juego ordenado, veloz y eficaz.

Maxim disparó pegado al palo en el minuto 9 tras una buena contra del Stuttgart y Manuel Neuer demostró por qué es uno de los porteros más en forma del mundo sacando dos disparos sobre la línea en el 22.

Con el partido ya envuelto en la típica tensión copera y ambos equipos igual de cerca del gol, los bávaros protestaron encendidos lo que pareció un penalti a Robben en el minuto 30. El árbitro, Manuel Gräfe, lo dejó pasar, pero seis minutos más tarde sí pitó un derribo a un enorme Philipp Lahm cuando se internaba en el área. Müller, hasta entonces poco activo, lo convirtió en el 1-0 con un disparo raso a la derecha del Starke.

Quienes cuestionaban la apuesta de Heynckes por Gómez, ausente en el primer tiempo, comenzaron a callar en el inicio del segundo: el delantero hispano-alemán volvió a exhibir su olfato goleador para empujar sobre la línea un centro de Lahm y hacer el 2-0.

Por si quedaban dudas, un minuto antes de ser reemplazado por Mandzukic hizo el 3-0 empalmando de primera un centro de Müller y culminando una noche típica de Mario Gómez: dos apariciones, dos goles. Cuando el encuentro parecía definido y el Stuttgart aún se preguntaba en qué momento había sido borrado de un partido que comenzó peleando de igual a igual, Harnik hizo el merecido tanto para recortar con un potente cabezazo tras un centro largo en el minuto 71.

Ocho minutos más tarde devolvió emoción al encuentro marcando tras dos rebotes, recogiendo el balón ante la mirada impávida de la defensa bávara. Pero el Bayern salió del sopor y mantuvo el resultado pese a sufrir hasta el final y llevarse el título.

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