Fútbol l Liga BBVA

El Valencia sigue firme arriba

  • Un tanto de Manuel Fernandes le otorga los tres puntos en el feudo vallisoletano

El portugués Manuel Fernandes, con un disparo rotundo e inapelable, decantó a favor del Valencia un partido con el que el líder, sólido y práctico, asaltó el refugio de Zorrilla, donde el Real Valladolid se había hecho fuerte y acumulaba una secuencia de siete partidos invicto.

El encuentro aparecía como un choque de trenes, entre otras cosas porque Zorrilla y fortín comenzaban a ser sinónimos. Los de Mendilibar buscaban encadenar ayer su octavo partido sin perder en casa y enfrente aparecía un líder que tampoco conocía la derrota en el presente campeonato.

Lo del Valencia forma parte de ese catálogo de cosas inexplicables del fútbol porque sus jugadores son exactamente los mismos que, desdibujados y abatidos, andaban peleando el descenso hace sólo unos meses cuando transcurría el pasado curso liguero.

Y es que los levantinos atesoraban, y atesoran, una asociación ofensiva cargada de viveza, la que forman Mata y Villa. A veces, en ataque, podrían agarrarse a la inspiración de cualquiera de ellos y echarse todos a dormir. Con jugadores así, ni siquiera ayer las bajas de los dos fijos de la zaga, Marchena y Albiol, son una coartada.

El Valladolid tuvo de nuevo a Ogbeche arriba, un delantero rápido y con buena pinta en lo físico, pero que no lleva adherida la etiqueta de goleador. No es Joseba Llorente, ni siquiera anda cerca. La disparidad del nigeriano con su antecesor condiciona, y mucho, el juego de sus compañeros. Ayer se hizo evidente desde el comienzo hasta el final del encuentro.

Muchas entradas por banda de los vallisoletanos, pero ningún fruto en el remate, más que un espectacular remate de Pedro León (27'). Cautela y buena organización del Valencia, pero sin llegadas claras, sólo un balón que sacó Prieto tras una vaselina de David Villa, cuando se contabilizaba el minuto 24 de partido.

Había rigor táctico, buen manejo de balón y dinamismo, pero ni ocasiones, ni goles, por parte de uno y otro bando. El Valladolid dominaba, pero no era capaz de hacer daño en el marcador. Poca cosa para una primera parte sólo plagada de buenas intenciones. Y eso sólo no basta.

Otra remate de Pedro León inauguró la segunda parte. Era un proyecto de gol olímpico que el guardameta brasileño Renán Brito abortó, no sin dificultades. El Valladolid, sin embargo, había salido algo atascado en esta fase, lo mismo que le había ocurrdio al conjunto valencianista.

El estado del partido lo cambió Manuel Fernandes con un disparo sobrecogedor desde fuera del área. El balón se fue envenenando, cargado de potencia, y sorprendió a Sergio Asenjo. Inapelable. Nada que hacer para impedir el 0-1, cuando apenas se llevaban ocho minutos de la reanudación.

A partir de ahí, el Valencia quiso ser práctico y lo consiguió, mientras que el Valladolid recurrió al argentino Damián Escudero y el holandés Medunjanin para acometer con más intensidad. Los de Mendilibar llegaron más y opositaron al empate, pero el marcador ya no se movió, pese a las muchas intentonas de un equipo local que no se resignaba a su suerte.

El Valencia, por su parte, supo rentabilizar el extraordinario gol de Fernandes y refuerza su liderato con un triunfo en un campo de los señalados como difíciles.

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