La halterófila Lidia Valentín no defraudó e hizo buenos los pronósticos al lograr, con gran autoridad, dos oros en la categoría de -75 kilos, el de la modalidad de arrancada y el de dos tiempos, en los Juegos Mediterráneos 2018.

La ponferradina inició la jornada con el concurso de arrancada y marcó su primer levantamiento en 105 kilos. Ninguna de sus contrincantes llegó a ese peso, con lo que se garantizó el oro.

Valentín hizo lo mismo con 110 kilos en su segundo intento, y 112 en el tercero, con el que acabó con mucha suficiencia su participación.

En el segundo concurso, el de dos tiempos, no tuvo problemas para superar sus 130 kilos. Sin oposión por parte de sus rivales, el oro volvía a ser suyo.

Ya con el metal dorado en su poder, la leonesa levantó 137 kilos en su segundo intento y renunció a efectuar el último después de verse muy superior.

La de ayer fue una jornada sobresaliente para España. Antes que Valentín, Julia Figueroa y Francisco Garrigós habían dado los primeros oros a la delegación de judo. Figueroa se impuso en la final de -48 kilos a la serbia Milica Nikolic, y Garrigós hizo lo propio frente al tunecino Fredj Dhouibi, en su caso en la final de en -60 kilos .

Tuvo peor suerte Alberto Gaitero en la categoría de -66 kilos, plata al perder la final ante el italiano Manuel Lombardo.

Por su parte, Ane Santesteban dio otra plata, esta vez en ciclismo en ruta, prueba que se disputó en un circuito urbano con salida y llegada en la localidad de Vila-seca. La vasca completó los 89 kilómetros de la carrera en 2:38.47, y fue 3.08 minutos más lenta que la ganadora, la italiana Elisa Longo.