El Xerez Toyota Nimauto volvió a sumar tres nuevos puntos en un partido en el que la UD Coineña se adelantó en el marcador pero una rápida reacción permitió a los xerecistas marcharse al descanso con ventaja. Tras la reanudación, una gran jugada entre Marcos y Paco terminaba en el fondo de la red y ya en último minuto, un tanto de Xota daba esperanzas a los malagueños pero el marcador no volvería a moverse.

El partido comenzaba con dos equipos bien situados sobre la pista que trataban de imponer su juego. Rápidamente iban a ser los visitantes los primeros en golpear y es que a los cinco minutos una rápida contra la culminaba Atienza para subir el 0-1. Tras el tanto, los xerecistas se lanzaron en busca del gol del empate y Zequi, tres minutos después, devolvía las tablas al marcador tras un disparo de Samuel que rebotó en la defensa malagueña.

En la recta final del primer tiempo, Zequi volvió a sacar su magia y puso en pie a los asistentes al Ruiz-Mateos con un disparo que se colaba por la escuadra izquierda de la portería de Román. El azulino, en un bonito gesto, dedicaba el gol a Kiko, compañero lesionado, y ponía en ventaja al Xerez Toyota Nimauto a cuatro minutos del intermedio.

En la recta final del primer tiempo, los dos porteros impidieron que el marcador volviera a moverse y con el 2-1 se llegaba al tiempo de descanso. Nada más reanudarse el choque era el Xerez Toyota Nimauto el que salía con un ritmo más que su rival y a las primera de cambio, Xota tuvo que lanzarse al suelo para sacar bajo la línea un disparo de Zequi.

El dominio xerecista iba a transformarse en un nuevo tanto después de una recuperación de Marcos, que cedía en largo para Paco y su pase de la muerte lo enviaba a la red el capitán azulino desde el suelo a puerta vacía.

El tercer tanto hizo daño a la UD Coineña que trató de acortar diferencias pero se encontró con un inspirado Juanlu hasta que, a un minuto para el final, Xota anotaba el 3-2 al aprovechar un despiste defensivo. Los malagueños sacaron portero-jugador para tratar de rescatar un empate que la madera evitó en la última jugada del partido.