El regreso de Emilio José Viqueira a Chapín fue el principal aliciente para que unos mil quinientos aficionados xerecistas poblaran las gradas de Tribuna en la tarde de ayer. Lo hicieron con la intención de ver en acción al mago, de ver ese repertorio de calidad en los pases que atesora el gallego, algo que no ha perdido con los años.

Y es que el nuevo mediocentro azulino sigue siendo aquel elegante futbolista que enamoró al xerecismo, ese que ve el fútbol dos segundos antes que el contrario y que es capaz de solventar un partido con un pase majestuoso.

Ayer lo volvió a evidenciar, y aunque se le notó algo lento en algunos lances, Viqueira despertó los olés del público con un pase a Pedro Ríos en el segundo gol que puso al público en pie. Su estreno fue más que notable y el xerecismo así se lo hizo saber cuando abandonó el terreno de juego y fue despedido con una ovación.

El partido en sí comenzó con otro golazo, el del ucranio Godin, que sorprendió a Chema con una falta lejana. No obstante, los de Casuco, que ayer probó a Aythami (todavía sin ritmo) haciendo pareja con Verdés pensando ya en el partido de Albacete, supieron rehacerse y dar la vuelta al marcador.

El empate llegaría en una buena triangulación de todo el equipo. Tras pasar el balón por Samuel, Viqueira y Redondo la pelota llegó a Momo, quien dio un pase interior a Míchel, que centró y Pedro Ríos remachó a la red.

El Xerez ofreció una buena imagen, serio en defensa y con buen trato de balón en mediocampo. Y es que parece que la presencia de Viqueira entonó a sus compañeros, ya que tanto Samuel como Momo, Ríos, Antoñito o Míchel movieron la pelota con más criterio que en otros partidos.

Después del segundo gol xerecista, el Metalurg, que se mostró excesivamente agresivo en sus acciones, se quedó con diez por un codazo de Siluk a Verdés y el partido perdió intensidad.

En la segunda mitad, Casuco cambió a todo el equipo salvo a Viqueira, al que le dio 15 minutos más, y sólo destacaron acciones aisladas del canterano Rosillo y una buena parada de Toni.