El Sevilla vuelve al Sánchez-Pizjuán tras dos salidas seguidas con la idea de sumar un triunfo que mantenga el pulso con el Madrid y Barcelona, pero su rival, el Villarreal, afronta el partido como una gran oportunidad de entrar en la pelea por la zona Champions.

Los sevillistas ganaron hace dos semanas en Pamplona pero perdieron la pasada ante el Espanyol, por lo que necesitan volver a ganar para seguir fuertes en la tabla junto a las dos todopoderosos, pero además reciben a un adversario directo en la más realista lucha por los puestos de Liga de Campeones.

Después de encajar en Cornellá la cuarta derrota liguera de la temporada, el equipo de Jorge Sampaoli vuelve a su estadio, donde ganó en ocho de sus nueve comparecencias ligueras, la última ante el Real Madrid (solo perdió frente al Barcelona). Ahora, con un ambiente enrarecido entre los hinchas después de que esta semana el club anunciara que, a requerimiento de la Comisión Antiviolencia, prohibirá el acceso y la exhibición en el estadio de pancartas, banderas o cualquier elemento de animación colectivo que contenga la terminología de Biris -grupo de seguidores sevillistas-, el equipo espera que este hecho no enturbie el discurrir de un encuentro en el que Sampaoli tiene la baja por sanción del central Nico Pareja, quien fue expulsado en el primer minuto del partido ante el Espanyol, y del lateral izquierdo Sergio Escudero, éste por lesión. Por contra, recupera tras sus respectivas lesiones al extremo Vitolo y al portugués Carriço, además de al medio brasileño Ganso, ausente por decisión técnica la última jornada.

El Villarreal, por su parte, afronta el partido con la idea de puntuar en uno de los campos más complicados de la Liga y, tras sumar ante el Granada la primera victoria de este año. Pero los de Fran Escribá no lo tendrán fácil, ya que al margen del nivel del rival afrontan el partido con muchas bajas y con jugadores que no están en un buen momento. En el capítulo de las bajas, siguen fuera los lesionados Musacchio, Sansone y Soldado, y a ellos se suman las ausencias por sanción de Soriano y Álvaro González, ambos titulares habituales.

A estas cinco bajas se debe añadir cómo llegan al encuentro jugadores como Cheryshev, Bakambu y Víctor Ruiz, que no están en su mejor momento físico. Por contra, el técnico citó a dos canteranos, el defensa Pau Torres y el medio argentino Leo Suárez. En el caso de Cheryshev, el centrocampista ruso llega tras dos meses fuera del equipo por lesión, por lo que no lo hace con ritmo de partidos, mientras que el congoleño Bakambu regresa a una convocatoria tras un mes en la Copa de África. Víctor Ruiz, por su parte, ha arrastrado una lumbalgia. A todo ello, cabe recordar que tras el mercado invernal, el equipo dejó salir al delantero Alexandre Pato y al centrocampista Alfred N'Diaye.

En este contexto, Escribá maneja dos opciones para afrontar el duelo con el Sevilla, la de seguir con el 4-2-3-1 de la semana pasada o regresar al 4-4-2.

Además, Roberto Soldado, que última su preparación para volver al equipo tras más de cinco meses lesionado, viajó con la expedición para hacer piña pero sin formar parte de la lista.