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Un abismo entre el Barcelona con Messi y sin Messi

  • La revolución que supuso la entrada en el campo del argentino ante el Betis evidencia más la creciente 'messidependencia' en esta temporada, en un Barça que otras veces ofreció diferentes soluciones tácticas.

El Barcelona es definitivamente un equipo muy diferente sin el argentino Lionel Messi, cuya influencia en el juego del líder de la Liga española de fútbol quedó subrayada de forma brutal en el último mes de competición.  El partido del domingo ante el Betis constituyó una clara muestra,  pues hasta la entrada del delantero, el equipo azulgrana fue fiel a la imagen de la última parte de la temporada: un equipo que sufre,  que no encuentra el gol, que comete graves desajustes defensivos y  que encaja tantos con facilidad.  Sin embargo, en 35 minutos, y con 2-2 en el marcador, a Messi le  dio tiempo a muchas cosas: marcar un extraordinario gol de falta nada  más salir al campo, añadir el tanto de la tranquilidad, mandar otro  lanzamiento al palo y sumar un par de oportunidades más que pudieron haber significado un hat-trick. De tal forma que Messi es ahora no sólo el mejor titular de la Liga española (lleva un total de 45 goles), sino también el mejor suplente, el futbolista que más tantos anota saliendo desde el  banquillo. 

Ante el Betis firmó su sexto gol en los cuatro partidos de Liga en  los que salió en la segunda parte. Hizo dos contra el Getafe (4-1), uno contra el Deportivo de La Coruña (2-0), uno contra el Athletic  (2-2) y dos más el domingo. Y otra cifra de récord: cuando sale desde  el banquillo, Messi marca un gol cada 23,6 minutos. "Aunque el trofeo será merecidamente para el Barcelona, superior  en el campeonato al Real Madrid, la Liga debería llevar el nombre de Leo Messi. Los efectos de la messidependencia son infinitos para  suerte del equipo de Vilanova", aseguró el diario El País. 

El partido del domingo dejó otra imagen reveladora: la de Messi enfurecido al errar una ocasión clara, ya en el tramo final del  partido y con la victoria decidida. El argentino vivió probablemente uno de los meses más complicados en los nueve años que lleva en el primer plantel del Barcelona.  Sufrió una lesión muscular el 2 de abril y desde entonces no consigue disfrutar plenamente de su profesión. 

Durante este tiempo, la lesión pasó a ser un secreto indescifrable, sin que nadie haya acertado a saber cómo está realmente el argentino.  El oscurantismo propició incluso que un sector de la prensa acusara al argentino de "borrarse" ante el Bayern Múnich en la vuelta  de las semifinales de la Liga de Campeones, donde no jugó ni un  minuto y su equipo perdió en casa por 3-0. Los partidos del último mes sirvieron para demostrar que el Barcelona es un equipo "terrenal" sin Messi. De los últimos nueve  encuentros, el argentino sólo fue titular en uno, en la ida de  semifinales en Múnich, con la actuación más discreta que se le  recuerda en años. 

El argentino fue suplente en el partido jugado cuatro días  después, en casa del Athletic de Bilbao (2-2). Entró en el campo en  la segunda mitad, perdiendo 1-0, y marcó un espectacular gol y  asistió para el segundo. Dada esta actuación, todo el mundo se llevó una gran sorpresa al  no verle el miércoles en el siguiente encuentro ante el Bayern  Múnich, pues el club no informó -ni entonces ni ahora- de una  presunta recaída. Lo siguiente fue lo ocurrido ante el Betis, que recordó a lo  presenciado hace un mes ante el Paris Saint-Germain en el Camp Nou, en la vuelta de los cuartos de final de Champions. La sola entrada del argentino revolucionó a equipo e hinchada. Y él coronó su actuación con dos goles y varias jugadas a la altura de su mejor  nivel. 

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