Después del tsunami que supuso la aparición del jamaicano Usain Bolt y sus estratosféricos récords en el sprint, el atletismo empieza a plantearse si no está abusando de su gran superestrella. "¿Tiene la sensación de que hay demasiado Bolt?", le preguntaron esta semana al legendario Edwin Moses, rey durante años de los 400 vallas. "En los últimos cinco años se está poniendo mucha atención en una sola persona", dijo el estadounidense de 57 años, hoy presidente de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (Usada). "En nuestra época, había decenas de estrellas dando vueltas por el mundo y los estadios estaban llenos", añadió.

Las gradas del estadio Luzhniki no se llenaron ni en la gran final de los 100. Hace dos años en Daegu, el público también fue esquivo. "Creo que esta falta de fans tiene que ver con el poco conocimiento que la gente tiene de los atletas", advirtió Moses. "Pero no es culpa de Bolt. Es es un superatleta y hace su trabajo". Explotó mediáticamente en Pekín 2008, donde ganó el oro en 100, 200 y 4x100 con tres récords mundiales. Repitió la hazaña un año después en el Mundial de Berlín, y en Londres 2012 revalidó sus tres títulos olímpicos, algo nunca hecho antes.

Su actitud desenfadada y juvenil y sus declaraciones bravuconas le ganaron rápidamente la simpatía de miles de personas. La duda que tienen algunos es si su magnetismo generó nuevos aficionados o si la luz que irradia impide que se pueda ver al resto de atletas. "Es una buena competición lo que sostendrá al deporte, no una persona", aseguró Maurice Greene, ex plusmarquista mundial de los 100. El presidente del organismo rector, Lamine Diack, defiende su enfoque apelando a la historia del evento. "Los 100 metros siempre tuvieron una gran influencia en la opinión pública y los medios", dijo el senegalés. "Es una forma inteligente de actuar, porque la opinión pública ama el sprint".

Una búsqueda en Google muestra de manera gráfica la extensión de su figura. Su nombre tiene más de 20 millones de entradas, por los 2,4 millones de Farah o los 860.000 de Rudisha.