España buscaba ayer un diagnóstico que le ayude a poner remedio a la falta de inspiración mostrada por la campeona del mundo de fútbol en sus últimos partidos. ¿Cansancio físico, fatiga mental, acomodamiento, exceso de festejos, ausencia de estímulos, falta de respuestas tácticas?

Todas las opciones se contemplan para intentar explicar los decepcionantes partidos disputados por la selección de Vicente del Bosque después de conquistar el Mundial de Sudáfrica. Tras las goleadas encajadas ante Argentina y Portugal, el miércoles venció en casa por 1-0 a Colombia, pero sufrió hasta el último minuto y nunca dio el nivel esperado.

España disputó siete partidos desde que se proclamara campeona del mundo y el balance es de cuatro victorias, un empate y dos derrotas, con 13 goles a favor y 12 en contra.

Es cierto que su camino hacia la Eurocopa 2012 sigue siendo impecable, pues cuenta sus partidos por triunfos. Pero en los amistosos, ante selecciones más importantes, apenas mostró las virtudes acumuladas hasta no hace mucho tiempo. La prensa hacía ayer incontables conjeturas sobre los motivos que llevaron a la selección a ese bajón en el rendimiento. Aunque, eso sí, su crédito como campeona le permite no sufrir críticas punzantes.

Una de las explicaciones tiene un carácter casi esotérico y alude al "peso de la estrella" de campeón del mundo que luce la camiseta española, como comentaba el diario Marca.

"El juego de la selección es lento y le falta intensidad. Tiene mucho que mejorar para volver a ser el equipo que tocó el cielo en julio. La estrella que la selección española luce en sus camisetas no distingue entre partidos oficiales o amistosos", opinó el diario.

España goza ahora de un estatus que no disfrutó en toda su historia: es la selección a superar, la campeona del mundo, máxima motivación para su rival. Por ello, Argentina, Portugal y hasta Colombia jugaron con un estímulo añadido ante España.

Al mismo tiempo, otros analistas sugerían la posibilidad de que los jugadores españoles ya no encuentren la motivación adecuada en los partidos amistosos. Como si estuvieran comenzando a seleccionar esfuerzos.

"Dicen los clásicos que entre selecciones no existen los amistosos. Pero eso era antes, cuando apenas había partidos oficiales. Ahora que hay tantos, los otros pierden por comparación", destacó el diario As.

España alineó ante Colombia el mismo equipo que utilizó en la final del Mundial, a excepción de Raúl Albiol, quien entró por el lesionado Puyol.

Durante este tiempo, Del Bosque ha reforzado la confianza en el bloque campeón y hay quienes sugieren que sería interesante incorporar a nuevos futbolistas, sobre todo para meter nueva competencia por cada puesto y evitar eventuales acomodamientos.

Por otro lado, la hinchada española transmite algo de desinterés por partidos como el del miércoles. Así, sorprendió ver que el estadio Santiago Bernabéu no se llenó para ver a los campeones. Además, no menos de 20.000 espectadores eran de nacionalidad colombiana.

La temporada sigue acumulando partidos y dio la impresión de que tanto aficionados como jugadores tenían su mente puesta en otras competiciones como la Liga de Campeones, que regresa la próxima semana.

España recuperará en marzo los partidos oficiales con el regreso de los encuentros de clasificación para la Eurocopa. Ahora el reto no es sólo ganar, sino restañar el prestigio dañado en los últimos meses.