El Barcelona no defenderá su título europeo en casa. En una de las peores actuaciones de las últimas temporadas, sucumbió por tercera vez ante el Panathinaikos (78-67), tras ofrecer una mala imagen, especialmente en el segundo tiempo. En un ejercicio de trapecismo sin red, falló. Erraron sus principales jugadores y tampoco su entrenador, Xavi Pascual, estuvo acertado. El Panathinaikos, a lo suyo, sólo encontró oposición en los dos primeros cuartos y en los dos siguientes vivió con placidez su victoria segura.
Si durante el primer periodo (34-33), el equipo español aguantó sus opciones, en el segundo, se desmoronó. Fue superado por un equipo que en todo momento sabía a lo que jugaba, los azulgrana sólo se mostraron efectivos cuando funcionó la conexión Lakovic-Vázquez o algún detalle de Lorbek, del resto del equipo apenas hubo noticias.
La defensa zonal azulgrana despistó al equipo de Obradovic, hasta que el Panathinaikos secó a Lakovic, recuperó la dirección de Diamantidis y los tiros de Batiste y todo volvió a su cauce. En la recta final, apareció Navarro y con él un atisbo de esperanza, pero con una concatenación interminable de errores, provocó que el equipo se viniera abajo y se despidiera de la Final Four que organiza en casa.
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