Dos colosos en cuarto menguante
La palmaria dependencia de Messi y los problemas defensivos del Barça lo llevan a ceder 9 puntos de los últimos 12
El atasco del campeón alivia el incómodo presente de Lopetegui
Desde antes de la II República no caía el Real Madrid en Vitoria. Lo hizo por 2-0 el 8 de marzo de 1931, algo más de un mes antes de que se proclamara el fin de la Monarquía Constitucional de Alfonso XIII. Y el pasado sábado, en Mendizorroza volvió a temblarle la corona del escudo al "Real", como lo denominan en algunos rincones del extranjero.
La sequía goleadora del lujosísimo equipo de Julen Lopetegui obliga ya a revisar precedentes. Desde el decisivo gol de Marco Asensio al Espanyol en la 5ª jornada, los campeones de Europa enlazan ya cuatro partidos oficiales sin marcar (3-0 ante el Sevilla, 0-0 en el Santiago Bernabéu con el Atlético, 1-0 frente al CSKA en Moscú y 1-0 ante el Alavés en Vitoria). Es la tercera vez en su historia que encadena cuatro partidos oficiales sin ver puerta. Las otras dos ocasiones fueron en 1982, bajo la dirección técnica de Vujadin Boskov, y en 1985, con Amancio Amaro en el banquillo.
El bloqueo ofensivo de los merengues ha coincidido con el periodo de baja de Isco. Ahora que el malagueño ha sido nominado aspirante a ganar el Balón de Oro, el madridismo lo echará aún más de menos. Los focos apuntan a Cristiano Ronaldo, pero el dorsal 22 también tiene su peso específico en el Real Madrid. Y con Lopetegui, más aún. El entrenador, que ya supo explotar el enorme talento del andaluz para tejer juego, asistir y sorprender con su llegada desde el perfil izquierdo, también lo estaba exprimiendo en los albores de esta temporada. Pero tuvo que ser operado de apendicitis justo antes del partido ante el Sevilla en el Ramón Sánchez-Pizjuán, apenas una semana después de que el mediapunta cuajara otra noche para el recuerdo ante la Roma en la Champions.
Kroos, como ya se vio en el regalo a los rusos que lo torció todo en Moscú, no ha empezado con buen tono. Como tampoco Modric. La vuelta al trabajo tras un Mundial se suele hacer extraña para las estrellas salvo si te llamas Lionel.
Precisamente el irregular desempeño del Barça en las cuatro últimas jornadas ha paliado la delicada situación que padece Lopetegui. No es lo mismo para el entorno blanco que el enemigo azulgrana se escape a siete u ocho puntos a tenerlo ahí, a menos de una victoria.
De hecho, si el Sevilla es capaz de empatar en el Camp Nou tras la vuelta del parón por las selecciones, al Real Madrid le bastará con haber derrotado unas horas antes al Levante en el Bernabéu para superar al Barça en la tabla e igualar con los sevillistas en la cabeza. Cosas veredes...
El Barcelona también necesita más de los acompañantes de Messi. El argentino siempre está. Siempre impone su jerarquía. Pero a veces, su fútbol incomparable no basta si los Luis Suárez, Dembele o Coutinho no lo secundan. Los 9 goles recibidos por el Barça en ocho jornadas suponen tantos como en los 19 partidos de la primera vuelta de la pasada Liga.
El caso es que el campeón de Liga se ha dejado nueve puntos en las últimas tres jornadas y que la Liga ha empezado, bien barata: el Sevilla, que es flamante líder, era la pasada campaña sexto con sus mismos 16 puntos.
Mientras, el Atlético está cómodo ahí, agazapado. Lejos de variar su estilo reconocible a pesar de los fichajes lustrosos, Simeone reforzó su conocido modelo de juntarse atrás, cometer los mínimos errores y castigar con sus llegadas. Así le ganó al Betis 1-0 y consiguió remontar los siete puntos que le sacaba el Barcelona hace apenas cuatro jornadas.
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