La destitución de Antonio Fernández en el Valencia fue la crónica de un adiós anunciado, y es que ni la Copa del Rey atenuó una crisis que desembocó con la salida de todo el cuerpo técnico, tanto el del terreno de juego -Koeman, Bakero y Toni Bruins- como el de los despachos -Miguel Ángel Ruiz y el secretario técnico jerezano-. Días después, y ya en Jerez, Antonio Fernández explica que "tras un año bastante complicado con muchos problemas nivel interno y deportivo también y al proyecto en sí, esto ha llevado como consecuencia a la destitución del técnico y de todo su equipo deportivo y a la del director deportivo y por ende a la mía; mi contrato estaba vinculado al del director deportivo, así que todos fuera".

Desde fuera, da la sensación de que Koeman ha arrastrado en su caída a Miguel Ángel Ruiz y a Antonio Fernández: "En definitiva el devenir del equipo a nivel deportivo ha sido malo y todo ha sido a raíz de la llegada de Koeman por las circunstancias que sean, que tampoco son para analizarlas ahora. El equipo no ha funcionado y eso ha hecho que el club se replantee el proyecto y las ideas de futuro que tenían, no entraba dentro de sus planes continuar con el técnico, la relación con el director deportivo se había deteriorado muchísimo, sobre todo cuando Soler da el paso atrás y asume Rafa Salom, que creo se cree capaz de liderar una dirección deportiva del club. Me parece totalmente respetable la decisión que han tomando y solamente el futuro dirá si es acertada o equivocada".

No es una sensación sino una realidad que el jerezano no ha tenido tiempo para trabajar: "No nos ha dado tiempo a hacer nada y en el poco tiempo en el que hemos estado tampoco hemos tenido libertad para trabajar como a nosotros nos hubiese gustado. El fútbol es caprichoso, se vive así de deprisa, y sabíamos que Valencia era una plaza extremadamente complicada, con un factor de riesgo importante, sólo hay que irse a los últimos cinco años y ver el número de directores deportivos que han pasado. Cuando ves clubes importantes en su dimensión deportiva, económica o social, ves que tienen un proyecto un mínimo de cuatro o cinco años, y en el Valencia en los últimos cuatro o cinco años han pasado seis o siete directores deportivos. De hecho, en el tiempo en que nosotros hemos estado a tres directores generales, dos directores de comunicación, director de personal. Esto quiere decir que hay mucha falta de definición desde dentro y eso se traslada a lo que es el vestuario, y si a eso se añade que la marcha del primer técnico y la llegada del siguiente no fructificó en buenos resultados, el resultado final es lo que ha pasado, una auténtica debacle en el tema deportivo, en el social y en todo, fruto de ello que todo el mundo estemos fuera ahora".

Así las cosas, Fernández entiende que su responsabilidad en el Valencia debe ser directamente proporcional a la capacidad de acción que ha tenido: "Por supuesto; cuando llegamos la plantilla estaba hecha a diez días de empezar la pretemporada y sólo fichamos a tres jugadores a petición del técnico. Se pretende que haya consenso y en este caso había que dar más libertad al técnico porque Quique llevaba dos años trabajando con el grupo y nosotros estábamos recién llegados; en el tema de Helguera y Zigic lo hicimos sin ningún problema, en el tema del medio centro dudamos un poco más. Luego, en invierno se ha fichado a dos jugadores como Banega y Maduro que el tiempo va a decir que son dos grandes futbolistas. Hasta ahí nuestra responsabilidad, el resto son proyectos que se inician y nunca se terminan, un derroche de tiempo, esfuerzo y dinero que paga el valencianismo".

Al menos, Fernández se fue con una Copa del Rey: "Pues sí, la verdad es que te quedan muchos buenos recuerdos, buenos amigos, la relación con el vestuario, con los técnicos y el personal de toda la entidad. Recibes correos, mensajes, llamadas… te vas con todo eso y con un título que no es nada fácil. Parece que hoy en día ganar un título es una cosa sencilla y la verdad es que no es nada fácil. Nosotros empezamos en campos difíciles de Segunda B y luego nos tocaron Atlético de Madrid y Barcelona y luego jugarte la final con un Getafe, que estaba haciendo una magnífica temporada y todo jugaba a su favor para proclamarse campeón: favorito antes del partido, segunda final consecutiva y nosotros de víctimas conseguimos ganarla, y un título en tan poco tiempo la verdad es que es un éxito, y para mí un orgullo".

El técnico jerezano añade que "salimos con la cabeza muy alta porque nuestra responsabilidad es la confección de la plantilla y lo asumimos. Si la analizas hoy en día te tienes que frotar los ojos para mirar la clasificación y ver dónde está el Valencia porque no es normal. Pero el fútbol es así, a veces toda un año lleno de desajustes y problemas pero ya digo que la confección de la plantilla bajo mi punto de vista acorde al presupuesto del Valencia es muy buena".

Antonio Fernández estuvo el domingo viendo al Xerez y sigue apostando por la salvación: "Después de verlo en Chapín contra el Tenerife y el Alavés sigo pensando lo mismo; está en una corriente positiva de resultados y hay equipos que vienen justo a lo contrario, decayendo. Sumó la novena jornada sin perder, sumando puntos, está al borde del corte del descenso y ahora estoy totalmente convencido de que con las jornadas que vienen, contra Córdoba y demás, va a sumar los puntos suficientes para no tener que llegar a la última jornada teniendo que escuchar los transistores, estoy todavía más convencido si cabe".

Ahora, Fernández se tomará un tiempo de descanso: "Sí, porque entre una cosa y otra ocho son años sin parar. En el Sevilla, el primero había que ascender, el segundo mantenerse, el tercero entrar en Europa, luego llega Del Nido, que es un presidente fenomenal pero que mete mucha presión bien entendida, luego el Xerez, ahora el Valencia… Son muchos años con mucha presión y necesito desconectar un poco, no descarto un año sabático pero sé que en un par meses va a empezar a picarme el gusanillo y a partir de ahí escuchar ofertas, pero si hay algo quiero ser selectivo".