El Algeciras se apropió con autoridad de un derbi menos desigual de lo esperado que la Unión tuvo que jugar con uno menos desde el minuto 31.

El duelo comarcal encumbró a un equipo algecirista cuyo camino se ilumina al borde del ecuador de la competición y hunde al gualdiverde, que ya acumula trece jornadas sin conocer la victoria y se ve inmerso en una espiral de despropósitos con un destino oscuro.

Los locales aguantaban bien el empuje de su adversario, hasta que superada la primera media hora Raúl Domínguez se marchó en carrera y cuando sobrepasaba a Dani Mejías y enfilaba solo la meta barreña fue derribado por el central. García Moreno lo expulsó y provocó un imprevisto cambio de guión para el conjunto que dirige Antonio Flor, quien retrasó a Bibi para ayudar a Espínola. Salió a relucir la calidad de los algeciristas y el horizonte se les despejó. Un cambio de orientación de May llegó a Raúl Domínguez, quien se adelantó y efectuó un centro de libro sobre Chapi, que cabeceó picado donde Tamarit no la pudo alcanzar.

Con el 0-1, Flor se tomó la contienda con valentía y realizó un cambio de sistema. En el minuto 67 dio entrada a Guti, un delantero que acompañara a Adrián Cabello, aunque para ello tuvo que quitar al propio Bibi y pasar a jugar con tres centrales. Tamarit evitó el gol de Chapi en un disparo a la media vuelta en el 72' y el de Alvi un minuto más tarde en un contragolpe. Casi a renglón seguido llegó el segundo.