Sólo dos equipos ganaron ante su público en la jornada 26ª, la que llevó al campeonato a sus dos tercios: Barcelona y Villarreal. No es casualidad, claro que no. Son los equipos más regulares en sus respectivos objetivos. Tanto, que han reducido la emoción por arriba hasta la mínima expresión.

Jamás un líder con esta sideral ventaja dejó escapar el título. Simeone fue muy gráfico antes de la jornada: "Veo difícil que el Barcelona se deje nueve puntos de aquí al final". Y tanto: con la victoria ante el Sevilla, el Barça cierra una vuelta sin perder. La visita a Nervión, complicadísima esta temporada, fue la última vez que doblaron las rodillas los peones de Luis Enrique. Desde entonces, una arrebatadora marcha: 16 victorias y 3 empates, éstos ante Valencia, Deportivo y Espanyol. Y lustrada por una cascada de goles gracias a ese trío de delanteros sin parangón hoy... y quizás en la historia: 57 goles a favor en esos 19 partidos, un promedio de tres goles. Inabordable.

Con Arda Turan y Aleix Vidal embarcados y rotándose con Rakitic y Daniel Alves, respectivamente, para que la plantilla afronte los cruces exigentes de Champions y la final de Copa del 22 de mayo con las mayores garantías; con Sergi Roberto entrando en la rueda como uno más para oxigenar también las piernas de Iniesta; y sobre todo, con los tres cracks de arriba convencidos de que el éxito de uno de los dos colegas será el suyo y repartiéndose asistencias y goles.

Son ocho las victorias consecutivas que acumula la máquina de Luis Enrique, que en este trayecto ha destapado una cualidad menos vistosa pero trascendental, cual es la de sacar adelante partidos que se encasquillan, como les ha ocurrido en Málaga, en Las Palmas o el pasado domingo, ante un ordenado y competitivo Sevilla que aspiró al empate hasta el pitido final del árbitro Jaime Latre.

Seis puntos se ha dejado el Barça en 19 partidos. Parece complicado que se deje 9 en los 12 que quedan. Y más aún, por supuesto, que el Atlético no se deje uno solo de aquí a la jornada 38ª.

Y si la Liga está sentenciada, qué decir de los puestos de Champions, con un Villarreal que ya mira más hacia delante que detrás. Los amarillos disfrutan de 11 puntos sobre el Celta y el Sevilla, 52 por 41, la mayor ventaja, a estas alturas de una Liga, desde que el cuarto tiene el premio de la Champions (campaña 2000-01).

De repente, el submarino ensamblado por Marcelino asciende tan rápido que ve muy cerca a un rival que pierde metros y metros, el Real Madrid de Zidane. A dos puntos lo tiene ya. El aliciente del coloso blanco en esta Liga gira hacia un objetivo indigno de su presupuesto, pero nunca un objetivo menor, pues caer al cuarto puesto obligaría a Florentino a descartar cualquier gira transoceánica para jugar la previa de la Champions. Así que ojo.

Y si por arriba casi todo el pescado de la lonja se vendió, por abajo la emoción bulle. Son ocho los implicados, desde el Betis, decimotercero con 28 puntos, hasta el colista Levante, con 20, a cuatro de la salvación y con la visita del Real Madrid mañana. Entre uno y otro, Espanyol (28), Getafe (26), Rayo (26), Las Palmas (24) y Granada (23). Multitud de enfrentamientos directos, rachas que viran. En esta jornada intersemanal, Espanyol-Betis, Las Palmas-Getafe y Granada-Sporting. Emociones a flor de piel. Que es de lo que se trata.