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Una estrella nace en La Camperona

  • Óscar Rodríguez sorprende a los favoritos en la primera cita del tríptico de montaña asturleonés

  • Herrada mantiene el liderato escoltado por Yates

Óscar Rodríguez festeja su triunfo en la decimotercera etapa de la Vuelta a España 2018, disputada entre Candás y La Camperona.

Óscar Rodríguez festeja su triunfo en la decimotercera etapa de la Vuelta a España 2018, disputada entre Candás y La Camperona. / manuel bruque / efe

óscar Rodríguez (Euskadi), un joven navarro de Burlada de 23 años, sorprendió a propios y extraños con una impresionante victoria en la decimotercera etapa de la Vuelta a España, disputada entre Candás y la cima de La Camperona y de 174,8 kilómetros de recorrido, en la que Jesús Herrada (Cofidis) mantuvo el maillot rojo.

En la primera cita del tríptico de montaña asturleonés los favoritos se mantuvieron en sus marcas con exiguas diferencias en meta. Pero a 1.600 metros de altura nació una estrella de la cantera del Euskadi que saltó la banca con una victoria por todo lo alto, ante rivales de entidad y después de un ataque de pura fuerza y talento.

A veces los sueños se cumplen y cuesta creérselos. Eso le ocurrió al chaval de Burlada. Y lo hizo en solitario, con tiempo para lucirse allá donde llegó con la roja Alberto Contador en 2014 y se la puso por primera vez Nairo Quintana en 2016.

Allí lloró de alegría Rodríguez después de batir en las durísimas rampas de La Camperona a corredores consagrados como Rafal Majka (Bora) y Dylan Teuns (BMC), a 19 y 30 segundos, respectivamente.

Quintana (Movistar) fue el más fuerte de los candidatos. Un acelerón en las duras rampas finales le permitió restar cinco segundos a Simon Yates (Scott) y endosar 11 a Alejandro Valverde (Movistar), y 14 y 25 a Miguel Ángel López (Astana) y Rigoberto Urán (Cannondale).

Aguantó el liderato Herrada, quien renunció a meterse en la fuga del día y guardar fuerzas para el ascenso de La Camperona. El conquense cruzó la línea a 4.18 del ganador, suficiente para guardar la roja ante la llegada de Les Praeres y los Lagos de Covadonga.

Herrada se presentará en las montañas asturianas como patrón de la Vuelta, con una ventaja de 1.42 sobre Yates y de 1.50 respecto a Quintana, mientras que Valverde es cuarto a 1.54.

Una jornada que se vivió con expectación y terminó con emoción. El recorrido presentaba dos puertos antes de el ascenso final a la cima leonesa. La fuga de 32 hombres que marcó la jornada pasó por el Alto de Madera (Tercera Categoría) con Thomas de Gendt (Lotto Soudal) al frente, el mismo que coronó el Alto de Tarna (Primera), donde el Astana y el Movistar empezaron a reducir los siete minutos de retraso que acumulaba el pelotón.

En el ascenso final a La Camperona, de ocho kilómetros al 7,5% de pendiente media, se rompieron las hostilidades al frente. Majka insistió con una batería. Finalmente, y en las rampas más duras, el polaco tensó para marcharse.

El desenlace parecía cosa de dos. Pero como si de una aparición divina se tratase, llegó Rodríguez desde atrás para aguantar a los favoritos y luego cambiar de ritmo a un kilómetro de meta para dejarlos plantados.

Un triunfo del destino. La pasada temporada, durante una etapa de la Vuelta a Castilla y León que finalizaba en La Camperona, Rodríguez se cayó en el puerto anterior. En el asfalto se dejó sus ilusiones y una cuenta pendiente que ayer se cobró.

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