Se acabó. Ya está. Adiós al sufrimiento que se ha prolongado durante prácticamente toda la segunda vuelta e incluso parte de la primera. El Xerez cumplió su último trámite en Segunda A y ya sólo debe pensar en clave de Segunda B. El equipo se despidió de mejor manera de la que ha competido durante la mayor parte de la temporada. En esta oportunidad, tuvo unos gramitos de dignidad futbolística, esa que hace un poco mejores o nefastos a los jugadores cuando no tienen ni calidad ni ganas de demostrar que la tienen.

Este Deportivo del desaparecido Joaquín Morales tendrá que competir en el infierno después de ganárselo a pulso porque peor no se puede hacer. Ayer disputó su último encuentro en el fútbol profesional tras doce temporadas para la historia y lo ganó por 2-1 a un mermado filial con la inestimable aportación de tres juveniles y de un veterano que ayer pareció un juvenil, Mendoza, que se salió en el que pudo ser su último partido como xerecista.

El equipo de Ríos, eso sí, ha despedido la Liga como colista, como el peor de los peores y con un lastre complicado de igualar, ahí queda su récord de encuentros consecutivos sin ganar... En casa, no sumaba de tres desde el 27 de octubre cuando el ganó 1-0 al Lugo.

Un filial casi de vacaciones, con muchas caras nuevas por las importantes ausencias, pero con jugadores que tocan el balón de maravilla no pudo casi nunca con los azulinos, salvo cuando imitó el 'tiki-taka' de la primera plantilla.

El Deportivo esta vez no fue el bloque infame de otras tardes, sacó a pasear el alma que aún le quedaba, su defensa estuvo atenta, el centro del campo no desentonó y arriba tuvo el argumento de Javi Marcelo (67') disparo, saca defensa a saque de esquina y en el 73, una jugada personal cruzó demasiado. Forján, que tardó seis minutos en ganarse al público, y de Amoroso, que más tarde llevó la máxima alegría a una grada cansada de sufrir. Así se despidió un combinado azulino de la División de Plata, aunque hace ya muchas jornadas que realmente no era de esta categoría. Y es como para tirarse de los pelos tras el descenso administrativo del Guadalajara, la más que posible desaparición del Rácing y los serios problemas del Mirandés para cubrir su capital.

Con Marcelo en el lateral derecho en lugar de Cámara y Javi Forján en punta por Bodipo como novedades en el once, el Xerez encaró el encuentro con ganas y no tardó en hacer daño al filial.

Javi Forján adelantó a su equipo al aprovechar un centro de Marcos. A los diez, Álvaro Rey pudo sentenciar tras un pase también de Marcos pero marró en la boca de gol lo infallable. Superado el cuarto de hora, probó nuevamente fortuna y en esta oportunidad se encontró con el palo izquierdo de la meta defendida por Bañuz.

Los xerecistas querían ganar pero, ante tanto error frente a la meta de Bañuz, el filial, que poco a poco, comenzó a funcionar y a tocar el balón, firmó el empate. Dongou aprovechó para batir a Toni un buen pase en profundidad de Joan Román. Y antes del descanso, Luis Alberto (39') estuvo a punto de desnivelar el marcador tras lanzar una falta desde la frontal del área de forma magistral. Toni metió la manopla arriba y evitó el 1-2.

Nada más arrancar el segundo periodo, un fallo de David Prieto estuvo a punto de convertirlo en gol otra vez Luis Alberto (48'). Su disparo se topó nuevamente con un inspiradísimo Toni. La intensidad y el fútbol bajaron a medida que avanzó el cronómetro, pese a los acercamientos a portería de unos y otros hasta que Ríos movió el banquillo y dio entrada a los juveniles Alfono y Amoroso, que hizo el 2-1 en su tercer intento.

El mediapunta batió a Bañuz tras un servicio de Rey (78') pero antes pudo marcar de vaselina (71') y en el 76' el balón se le marchó por encima del larguero. También un entonado Marcelo tuvo sus opciones de gol. El Xerez se creció tras su ventaja y Maldonado obligó a Bañuz a lucirse para evitar el tercero (85').

El equipo ha demostrado en pocas ocasiones ser digno de la categoría y de representar a una afición que ha terminado decepcionada por haber visto al peor Xerez de los últimos doce años en el fútbol profesional y con tanto lío institucional. Con el plano deportivo sin solución, ahora queda ganar el partido más complicado, el de Hacienda en las próximas 48 horas. De no ser así, ni el infierno de la 2ª B quedará como mal menor...