Medallero

El gran sueño de China

  • La organizadora ansía encaramarse a la primera plaza del palmarés para dejar patente su crecimiento deportivo · El claro reto es desbancar a Estados Unidos

La potencia deportiva mundial Estados Unidos eligió un perfil marcadamente bajo ante el gran duelo con el anfitrión de los Juegos Olímpicos, China. "No estamos acostumbrados a estar en un segundo plano en los Juegos, pero esta vez será así", dijo Peter Ueberroth, presidente del Comité Olímpico Estadounidense (USOC) antes de la ceremonia de inauguración en Pekín. "Pero eso no nos impedirá intentar otra vez ser el número uno", apuntó.

Desde que China se presentó por primera vez en los Juegos Olímpicos en Los Ángeles 1984, Estados Unidos dominó cuatro veces. Sólo en 1988 y 1992 la Unión Soviética lideró el medallero. En Sidney 2000, los atletas chinos se acercaron y ya en Atenas 2004 quedaron en el segundo lugar en la cantidad de medallas, 32 de ellas de oro. Estados Unidos logró 36.

"Sé de los recursos de los chinos y cuento con que se conviertan en la nación dominante de los Juegos Olímpicos durante muchos años", pronosticó Ueberroth, que en 1984 fue jefe de la organización olímpica.

La prestigiosa revista especializada estadounidense Sports Illustrated predijo que China, con 49 medallas de oro, ya superaría a Estados Unidos en Pekín en cuanto a preseas doradas. Según esta previsión, la delegación norteamericana sumaría 45 oros y Rusia, 25. Pero en cuanto a la cantidad de lugares en el podio, los estadounidenses seguirían liderando con 121 medallas, delante de los anfitriones (102).

Por el contrario, en el pronóstico publicado ayer por la revista olímpica Around the Rings, que se basa en los resultados de los últimos campeonatos mundiales, Estados Unidos, con 49 oros, se sitúa por delante de China (38) y Rusia (32).

Después de todo, unos 400.000 atletas trabajan en China en más de 3.000 escuelas deportivas con duro entrenamiento para convertir al gigante asiático en nación deportiva líder. Ciento veintidós medallas de oro, de las cuales la primera fue obtenida por el tirador con pistola Xu Heifeng en Los Ángeles, están apuntadas ya en la cuenta olímpica china, abierta hace 24 años.

Unos 60 entrenadores extranjeros fueron contratados antes de los Juegos Olímpicos de Pekín para contribuir al éxito con sus conocimientos. El anfitrión cuenta con un despliegue récord de 639 atletas en las 28 disciplinas. A ellos se enfrentan 596 deportistas estadounidenses y 467 rusos.

Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), espera que en la caza de medallas se refleje "el despertar de Asia". "Los chinos son mucho más fuertes que en Atenas 2004", opinó Steve Roush, vicejefe de la delegación estadounidense.

Los dirigentes políticos chinos esperan que las inversiones multimillonarias en el deporte de alto rendimiento y la ventaja de jugar como local muestren sus resultados, pero oficialmente mantuvieron limitadas las expectativas.

Sobre todo, después de que el ambicioso Proyecto 119, con el que se pretendían lograr progresos especiales en atletismo, natación y otros deportes acuáticos, no funcionara. Diez medallas de oro era en su momento la premisa en estas disciplinas deportivas, en las que se conceden 119 de las 302 medallas.

Esa meta resultó ser una ilusión, como quedó demostrado por ejemplo en el atletismo, en el que salvo el vallista Liu Xiang, campeón olímpico en 2004 y mundial en 2007, no hay ningún otro claro favorito chino. Sólo la tercera en el Mundial en martillo, Zhang Wenxiu, y la tercera en maratón, Zhoy Chunxie, son considerados candidatos a una presea.

"Los chinos tuvieron que darse cuenta de que incluso con un entrenamiento duro en una disciplina tan compleja como el atletismo no se puede llegar a la cima en seis años", dijo Helmut Digel, miembro del Consejo de la IAAF.

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