Deportes

La hegemonía germana se extiende al fútbol

  • Alemania recoge los frutos del programa de regeneración que inició tras la Eurocopa de 2000

Tuvo todos los ingredientes de un cambio de trono simbólico. La victoria sobre los poderosos rivales españoles y la primera final ciento por ciento alemana en Liga de Campeones europea provocaron euforia en la primera potencia europea y entusiasmaron a todo el país, incluida Angela Merkel. "Me alegra. Porque una cosa es segura: Alemania gana", celebró en su perfil de Facebook la canciller después de que Bayern de Múnich y Borussia de Dortmund vencieran a Barcelona y Real Madrid y sellaran su pase a la final del 25 de mayo en Wembley.

La Deutsches Finale saltó a las portadas de los diarios e ilusionó a las principales figuras del fútbol alemán. "La final del siglo es realidad", comentó el diario Bild. "El Bayern destrozó al Barcelona. Fue una demostración de poder frente al que alguna vez fue el mejor equipo del mundo".

El fútbol era uno de los terrenos en los que una España en crisis podía mirar desde arriba a la rica Alemania. El trono español quedó ahora en entredicho. "Todos estamos felices con esta constelación que sigue impulsando no sólo al fútbol alemán en su conjunto, sino también a cada jugador en particular", celebró Joachim Löw. El seleccionador perdió ante España la final de la Eurocopa 2008 y la semifinal del Mundial 2010.

El éxito internacional enorgullece a los alemanes tanto como el modo en que se logró. Y es que la final de Wembley corona un largo proceso de renovación que Alemania inició hace 13 años, después de que la selección quedara eliminada en fase de grupos de la Eurocopa en Bélgica/Holanda sin ganar un partido. La Federación Alemana reaccionó entonces obligando a los equipos a crear academias juveniles con profesores profesionales al tiempo que exigía estrictas condiciones de financiación a los clubes para garantizar su viabilidad presupuestaria. Las dos patas del resurgimiento alemán fueron de la mano: la formación de jóvenes modernizó la cara de la selección y de equipos como el Bayern o el Borussia Dortmund, al tiempo que permitió apostar por talentos locales y reducir caros fichajes de estrellas internacionales. Ese modelo sostenible, basado en austeridad y estrategias a largo plazo, contrasta con el español, en parte orientado al éxito más allá del costo y la solidez presupuestaria.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios