Bélgica-Italia

La historia mide la ilusión de Bélgica

  • Italia, con más experiencia que estrellas, debuta ante la selección que muchos catalogan como la 'tapada'.

La mejor Bélgica de los últimos tiempos, con una delantera de lujo capitaneada por Hazard, se enfrentará en su estreno en la Eurocopa a una Italia que llega sin estrellas, pero con la tranquilidad de contar con la fornida defensa de la Juventus al completo y una historia a su espalda que siempre la hace ser respetada. Es sin duda uno de los partidos más atractivos de la primera fase, puesto que se miden en Lyon los dos favoritos del Grupo E, que completan Suecia e Irlanda.

La selección belga se presenta como favorita. Llega al torneo europeo nada menos que como segunda potencia futbolística del mundo en el ranking FIFA, por detrás de Argentina. El conjunto que dirige Marc Wilmots destaca por su carácter ofensivo al contar con jugadores que brillan en Inglaterra como el mencionado Hazard (Chelsea), De Bruyne (Manchester City) o Lukaku (Everton). Los tres, acompañados por Mertens, formarán presumiblemente la columna de ataque belga. Todas las dudas se centran en la defensa. La ausencia del gran capitán Vincent Kompany por lesión ha obligado a Wilmots a experimentar con el central Vermaelen, que apenas jugó esta temporada con el Barcelona, junto a Alderweireld. Vertonghen y Ciman completarían la zaga que protegerá la portería de Courtois. La febril faceta defensiva belga quedó reflejada en los últimos dos amistosos contra Finlandia (1-1) y Noruega (3-2) en los que encajó tres goles.

En el seno de la selección italiana ocurre todo lo contrario. La defensa es puro cemento armado al contar con los tres pilares de la Juventus campeona de la Serie A: Bonucci, Barzagli y Chiellini. Un trío de garantía que completa el eterno Buffon bajo los palos. En los últimos dos encuentros de preparación antes de encarar al torneo continental frente a Escocia (1-0) y Finlandia (2-0), Italia ganó y logró que no le marcaran.

Las incógnitas para el seleccionador Antonio Conte aparecen a la hora de formar el resto del equipo. De Rossi es fijo por delante de la defensa, acompañado probablemente por Parolo y Giaccherini, según dejó entrever el próximo técnico del Chelsea en los últimos entrenamientos. Pero el principal problema que presentan los italianos es la falta de una referencia ofensiva que aporte goles. Tras Luca Toni, Di Natale, Rossi o Inzaghi, el país no ha alumbrado a ningún 9 de referencia, ya que Balotelli se quedó por el camino. La responsabilidad en el ataque correrá a cargo de Graziano Pellé, jugador del Southampton, que domina el juego por alto dada su envergadura, junto al ítalo-brasileño Éder, pese a su decepcionante temporada con el Inter (un gol en 15 partidos). El resultado de este 3-5-2 augura un bloque defensivo sólido, en la más pura tradición italiana, para contrarrestar el espíritu ofensivo belga. Italia, con su tradicional carácter competitivo, cuenta además con la historia a su favor. De los 21 partidos que ha jugado contra Bélgica sólo perdió cuatro 4 y empató en otras cuatro ocasiones. En partido oficial la última derrota italiana ante los Diablos Rojos se remonta a mayo de 1972. El combinado azzurro ya no es la selección que ganó el Mundial de 2006, pero siempre es candidata y más en manos de un estratega como Conte.

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