Está empíricamente demostrado que este Jerez Industrial es un equipo poco fiable cuando se tiene que medir a los rivales de la zona baja de la clasificación. Todo lo contrario que cuando le toca dar el callo con los de arriba. Entonces, se transforma. Sólo así es posible explicar que sólo haya perdido un enfrentamiento de los seis que ha tenido con los tres primeros y que se haya dejado puntos, demasiados, con los de la zona baja.

Ayer tocaba recibir al Sanluqueño B. El filial verdiblanco pelea por la salvación, ergo tocaba pinchazo. Y así fue. Era una buena oportunidad para situarse a cuatro puntos del nuevo líder, el Chiclana Industrial, con nueve aún por jugarse. Más que nada por aquello de seguir agarrándose a las posibilidades matemáticas.

Los locales tienen las mejores ocasiones en la 1ª parte y el filial se topa con la madera

Quizá por el parón de dos semanas sin competición, el Jerez Industrial no estuvo cómodo en ningún momento sobre el terreno de juego, le costó darle ritmo al partido y aunque fue dueño y señor del choque durante la primera mitad tampoco puso en excesivos aprietos a Pineda. La segunda mitad fue otra cosa y, con el paso de los minutos y con el equipo blanquiazul lanzado al ataque y dejando huecos atrás, el Sanluqueño B tuvo incluso opciones de sumar los tres puntos cuando jugó en superioridad tras la infantil expulsión de Juanma Longa.

Jesús Mendoza apostó por el mismo equipo que goleó al Guadiaro y los industrialistas salieron dispuestos a encarrillar pronto el partido. Longa no estuvo rápido en un par de acciones en las que la defensa le ganó la partida. Los locales volcaban el juego por la banda de Joselito, pero el extremo no tuvo una tarde demasiado afortunada.

El primer acercamiento con relativo peligro fue del Industrial en un disparo lejano de Mendoza que Pineda atrapó en dos tiempos sin demasiados apuros. El Sanluqueño B contestó con otro lanzamiento desde fuera del área protagonizado por Naranjo, también alto.

El siguiente en intentarlo fue Dani Benítez en un lanzamiento que se marchó cerca de la escuadra derecha de Pineda y la más clara en la primera media hora para el Jerez Industrial llegó en un centro de Joselito que Juanma, en su intento por desviar, estuvo a punto de introducir el balón en su propia portería.

Llegaron entonces los mejores minutos del Jerez Industrial y el gol comenzó a rondar la meta verdiblanca. A Quintero se le fue ligeramente alto un remate en un saque de esquina y acto seguido, en una internada de Longa por la derecha, Joselito estuvo a punto de remachar en el segundo palo, pero Camacho tocó lo justo para mandar a córner. En el último minuto de la primera mitad, Mendoza volvió a intentarlo recogiendo el rechace de un defensa pero de nuevo su disparo se fue por encima del larguero.

La segunda mitad comenzó con un cambio por cada equipo. En el Jerez Industrial, el meta Pablo se tuvo que retirar lesionado entrando Menacho en su sustitución. Por parte sanluqueña, Eloy dejaba su puesto a Manu.

El juego se equilibró. El Jerez Industrial seguía buscando el gol pero el Sanluqueño comenzaba también a salir a la contra con peligro. Piñero cazó un balón dentro del área que pudo significar el 1-0 pero Pineda estuvo muy rápido y tapó el remate.

Jesús Mendoza metió en el campo a López, Dani Mije y Dani Rivero y atrás se quedaron cerrando Juanma Sánchez, Álex y Quintero. El Sanluqueño B pasaba a tener superioridad en el centro del campo y estuvo a punto de adelantarse en el marcador en una falta que remató Álex al poste derecho de Menacho.

A falta de diez minutos, Juanma Longa veía la roja directa por darle una patada a Cema en una acción pegada en la banda izquierda en la que ambos pugnaban por el balón. Excesiva a todas luces. Con superioridad, el Sanluqueño B tuvo un par de contras con cuatro para dos que desperdició inocentemente mientras que el Jerez Industrial no encontró modo de entrar en la defensa visitante.

Cabrera Noguera, un desastre de árbitro, equilibró la balanza en el descuento expulsado al sanluqueño Álex. El jugador cayó en una pugna con Quintero y se quedó en el césped. El colegiado fue a ver qué tenía y ordenó seguir jugando. El banquillo decidió sustituirlo y cuando se levantó después de un par de minutos en el suelo, hizo un gesto al árbitro llevándose la mano a la cara, lo que le costó la primera amarilla. Siguió protestando y vio la segunda.