De los mensajes de "unidad" al despido del técnico Julen Lopetegui y el nombramiento de Fernando Hierro apenas transcurrieron 24 horas, un breve lapso de tiempo que cambió dramáticamente el rumbo de la selección española en el Mundial.

Fue en la mañana del martes cuando el presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, manifestaba en Moscú que "todo el mundo está muy ilusionado, hay una atmósfera de hermandad". Un día después, despedía a su seleccionador.

El inicio del terremoto cabe fijarlo en la tarde de ese mismo día, cuando el Real Madrid emitió un inesperado comunicado. Julen Lopetegui sería su nuevo entrenador. En perspectiva, hubo un error en el anuncio: no hubo que esperar al final del Mundial. Ni siquiera al comienzo, por lo menos en el caso de Lopetegui.

El club blanco emitió el comunicado "cinco minutos después" de hablar con Rubiales, según él mismo aseguró. Hubo que esperar más de 45 para que la Federación confirmase los hechos. "La RFEF solicita el máximo respeto para mantener la normalidad en la concentración de la selección nacional a las puertas de nuestro debut en el Mundial ante Portugal", pidió el organismo.

Pero cualquier atisbo de "normalidad" la rompió el propio Rubiales en su regreso a Krasnodar. "Tomaremos la decisión que más convenga a la selección", avisó.

Comenzaron los rumores. Y lo que parecía increíble se fue haciendo cada vez más real: el puesto de Lopetegui pendía de un hilo.

La RFEF anunció una rueda de prensa conjunta de Rubiales y Lopetegui para ayer. Primero se retrasó 90 minutos, dando pie a un sinfín de especulaciones, y luego sólo compareció Rubiales.

Según relató a Dpa un alto directivo de la RFEF, "Rubiales aprovechó ese tiempo para comunicar su decisión a Lopetegui y hablar con los capitanes del equipo". El vestuario no estaba de acuerdo con su presidente, pero éste tenía la última palabra.

Dos horas después de confirmarse el despido de Lopetegui se conoció a su sustituto, Fernando Hierro. El ex jugador del Real Madrid será el encargado de dirigir el debut de la selección. Quién lo iba a decir 24 horas antes.