Fútbol

La incógnita Villar

  • El presidente federativo medita su salto a la UEFA mientras sufre el acoso gubernamental en España.

Algunos medios en España aseguran que tiene intención de presentarse a la presidencia de la UEFA, pero el futuro del eterno jefe de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, es una incógnita. Poco amigo de la prensa, el dirigente español mantiene en secreto sus planes en un momento convulso tanto en el ente rector del fútbol europeo como en la federación nacional, que dirige con mano de hierro desde 1988.

La UEFA quedó descabezada el lunes con la dimisión del francés Michel Platini, después de que el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS) ratificara, aunque la redujera, la sanción al ex futbolista galo por un dudoso cobro de dos millones de francos suizos (unos 1,8 millones de euros) de parte del también caído Joseph Blatter, ex presidente de la FIFA.

Pese a que ocupa puestos de vicepresidente en UEFA y FIFA, Villar es un enigma. Superviviente nato, el ex futbolista del Athletic se mueve bien en las altas esferas del poder, pero son conocidos sus problemas de oratoria y es huidizo con los medios de comunicación.

En España, acaba de aprobar la celebración de elecciones presidenciales en la federación para finales de año, después de una fuerte polémica por sus procedimientos, ya que sus enemigos lo acusan de coserlos a su medida.

Pese a la oposición del Gobierno, Villar tenía previsto presentarse una vez más a la reelección, pero la UEFA le abriría un camino alternativo y le permitiría apartarse de una pelea donde tiene rivales poderosos. "Sería bueno para el fútbol español que Villar presidiera la UEFA. No sé si me beneficiaría. Mi candidatura sigue firme y se oficializará cuando se convoquen las elecciones, creemos que en septiembre", manifestó ayer Jorge Pérez, secretario general de la RFEF y actualmente enfrentado con su jefe.

También el jefe de la patronal de clubes vería con agrado la salida de Villar. "Va a ser muy bueno que se dedique exclusivamente a Europa y que en España haya otra persona", declaró Javier Tebas, enemigo declarado de Villar.

Entre los adversarios que fue haciendo durante su mandato, el mayor azote llegó en los últimos años desde el Gobierno, personificado en el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), Miguel Cardenal. Villar llegó incluso a poner una querella al político del Partido Popular, lo que el secretario de Estado calificó ayer de "ridículo". Cardenal acusó, además, al ex futbolista de 66 años de haber "impulsado acciones para que España sea expulsada de la FIFA" con la excusa de la injerencia política, una amenaza que ya utilizó en anteriores disputas con el Gobierno.

El diario As publicó el miércoles que Villar tendría decidido presentarse a la presidencia de la UEFA, aunque en Europa es considerado un hombre de la "vieja guardia" en las organizaciones futbolísticas, muy golpeadas por los escándalos de corrupción.

Fiel a Blatter y Platini y amigo de gran parte de los dirigentes sudamericanos procesados por el FBI en el caso conocido como FIFAGate, el español es uno de los pocos miembros que han salido indemnes del comité ejecutivo que en 2010 adjudicó los polémicos Mundiales de Rusia 2018 y Qatar 2022.

Además, su hijo Gorka Villar, director general de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), está siendo investigado en un tribunal de Uruguay después de que presidentes de varios clubes charrúas afirmaran que fueron extorsionados por él.

Pero si algo ha demostrado en este tiempo el mandatario español es su instinto de supervivencia. Tras la dimisión de Platini, la UEFA anunció que no elegirá un presidente interino y que definirá los pasos a seguir el 18 de mayo en una reunión en Basilea. Hasta entonces, Villar sigue siendo el dirigente de mayor rango en el organismo. Ahora sólo falta confirmar si decide intentar el salto al sillón presidencial. Si lo hace, será seguramente fiel a su estilo: sin ruedas de prensa y sin anuncio oficial.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios