Copa Confederaciones

Una lección con vistas al Mundial (3-0)

  • Una Brasil con espíritu fundamentalista en todas las facetas del juego convierte en pesadilla el sueño de España de ganar en Maracaná. El gol de Fred en el arranque condujo a un partido con nítido color amarillo.

España vivió una verdadera pesadilla en ese partido en Maracaná que todos, incluidos los propios futbolistas, calificaron como un sueño en los días previos. Brasil se proclamó de manera rotunda campeona de la Copa Confederaciones y dejó una clara advertencia de lo que será el Mundial dentro de justo doce meses en los mismos escenarios. Cabe esperar que entonces las cosas sean bien diferentes, pero el ensayo general no pudo ser más desalentador para la selección que aún presume de ser la actual campeona del mundo.  

 

El equipo de Vicente del Bosque comenzó a perder el partido prácticamente desde el vestuario. Con Maracaná en pleno estado de ebullición ejerciendo una presión descomunal, una indecisión colectiva de la defensa le abriría todos los caminos a la selección brasileño. Un balón colgado, una pelota teóricamente fácil de defender, se convirtió en una verdadera tragedia para Arbeloa, Piqué y Casillas, quien en lugar de ir a por el balón se quedó mirándolo. Fred, desde el suelo, parecía no creérselo, pero metió la pierna para colocar a los suyos por delante.

 

Ni siquiera dos minutos habían transcurrido y Maracaná ya explotaba con una pasión tan esperada como sorprendente. España se sintió golpeada y tardó bastante en arrancar la máquina. El efecto contrario, lógicamente, fue para Brasil, que empezó a creer a pies juntillas en las indicaciones inculcadas por Felipao. Presión a tope, no dejar tiempo casi para que los españoles pudieran pensar, arriesgar siempre en las entradas incluso a costa de conceder faltas, perseguir cada balón como si se tratara del último que se iba a disputar en el partido... Ése era el libreto diseñado por los brasileños, nada de jogo bonito, aunque está claro que con jugadores con semejante calidad siempre debía aparecer alguna acción desequilibrante a la hora de montar las contras. 

 

Y España, en lugar de mantenerse fiel a ese tocar y tocar hasta hallar los caminos hacia la portería rival, comenzó a sentirse tremendamente incómoda, casi ahogada por la ferocidad de un rival que parecía tener baterías de repuesto para cuando se agotara la primera. Tanto Iniesta como Xavi trataban de controlar la situación, pero les faltaba algo. ¿La posibilidad de tener a Busquets como aliado?, ¿algún defensa que pudiera desahogar?, ¿alguien más arriba con quien combinar? Pues un poco de todo y siempre con la duda de si todo hubiera sido más fácil con una pareja de centrocampistas por detrás, con Javi Martínez haciendo de Xabi Alonso como acompañante de Busquets. Es fácil analizar a toro pasado, pero a la vista del rendimiento ofrecido tanto por Mata como por Fernando Torres, está claro que así hubiera debido ser. Una pareja de pivotes tal vez hubiera servido para hacer más fuertes al resto y en este sentido ya se sabe que Xavi e Iniesta agradecen cualquier tipo de ayudas para sentirse cómodos sobre el campo.

 

Pero lo cierto es que no fue así y que Brasil siguió a lo suyo, a presionar y a hacer faltas, a la espera de que les cayeran las ocasiones. Oscar la volvió a tener en el minuto 8, Paulinho repitió poco después y el agujero se abriría por la zona de Arbeloa después de que éste viera una tarjeta amarilla sobre el cuarto de hora en una jugada tan llamativa que acabaría marcándolo negativamente. Siguiendo con este recuento de las ocasiones del primer periodo, Casillas se redimiría de su error inicial poco después de la media hora en un mano a mano ante Fred.

 

A España se la seguía esperando, mientras, pero sólo se quedaba en tenues apuntes. Había fases cortas de tocar cuando parecía que los brasileños empezaban a perder algo de gas, pero entonces siempre se echó en falta cierta continuidad. No era el día del grupo de concertinos y la orquesta española no acababa de sonar bien en ningún momento. Incluso así, llegaría la gran oportunidad para el empate cuando Pedro se plantó delante de Julio Cesar para superarlo con la izquierda. Pero entonces apareció David Luiz como si fuera un rayo para evitar la igualada. Y de esa posibilidad de alcanzar con tablas el intermedio al golazo de Neymar poco antes del mismo, pues sí, media un verdadero abismo.

 

Brasil le había sabido sacar rédito a su tremenda superioridad en el primer periodo y Maracaná entero enloquecía con la propuesta de su selección. No era para menos, Neymar y compañía, con un espíritu propio de cualquier fundamentalista, pasaban por encima de la actual campeona del mundo hasta el punto de convertirla casi en un pelele.

 

Sin embargo, la pesadilla tenía reservados nuevos episodios para después del intermedio. Del Bosque sacaba del campo al descentrado Arbeloa para colocar en el lateral derecho a Azpilicueta en busca de consolidar al menos el entramado defensivo, pero éste se volvería a resquebrajar con otro embate justo en el mismo momento del primer periodo. Otra vez antes de los dos minutos y una presión brasileña acaba con una recuperación. Todo transcurre a partir de ahí a velocidad de vértigo, de Marcelo a Hulk, pase de éste, Neymar se quita de la trayectoria del balón engañando y Fred se encarga de golpear de manera precisa a la red de Casillas.

La selección española, tan acostumbrada a ganar, a sentirse campeona, debió buscar de manera colectiva un agujero para meterse en él, pero había que seguir y lo hizo. Incluso gozó de la oportunidad de un penalti para que la desazón fuera en aumento. Sergio Ramos lo enviaría fuera y Maracaná ya no enloquecía, deliraba incluso. No era para menos, Brasil le había dado una lección a España. Habrá que aprenderla para cambiar el rumbo dentro de un año.

3- Brasil: Julio César; Daniel Alves, David Luiz, Thiago Silva, Marcelo; Luiz Gustavo, Paulinho (Hernanes, m.88), Oscar; Hulk (Jadson, m.73), Neymar y Fred (Jo, m.80).

0 - España: Casillas; Arbeloa (Azpilicueta, m.46), Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Xavi; Pedro, Iniesta, Mata (Navas, m.52); y Fernando Torres (Villa, m.59).

Goles: 1-0 Fred (2'). 2-0 Neymar (44'). 3-0 Fred (47').

Árbitro: Bjorn Kuipers (Holanda). Amonestó a Arbeloa (15') y Ramos (27') por España. Expulsó por roja directa a Piqué a los 68 minutos por una falta a Neymar.

Incidencias: Final de la Copa Confederaciones disputada en el estadio Maracaná con 73.500 aficionados en las gradas.

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