El líder de la Liga ACB, el DKV Joventut, sumó la décima victoria, pero tuvo que emplearse a fondo y sufrir hasta el final frente a un Cajasol con ganas y que nunca renunció a llevarse el partido. Visitantes fueron los compases iniciales y los de Aito anotaron con fluidez y lograron las primeras ventajas (3-12). El técnico argentino Rubén Magnano solicitó un tiempo muerto que dio sus frutos, porque sirvió para que los hispalenses recortaran distancias a la conclusión del primer acto (19-23).

En el arranque del segundo, el Cajasol trató de darle la vuelta al electrónico con triples y acciones muy rápidas (30-32), pero cada canasta de los locales fue rápidamente respondida con un acierto rival. Los ataques primaban sobre las defensas, gracias a la apuesta ofensiva. Circunstancia que aprovecharon a la perfección los locales para superar por primera vez a los badaloneses (43-41). Ventaja que supieron administrar para llegar al ecuador del partido.

En la reanudación, ni la zona planeada por Aito frenó a los sevillanos, ni las ganas de los visitantes de volver a mandar en el choque, sobre todo las mostradas por Hernández Sonseca, que mantuvo a los suyos con opciones de victoria (59-58). El Cajasol vio como su enorme esfuerzo cayó en saco roto en los últimos compases del tercer cuarto, que concluyó con un 68-74. El DKV logró una renta de siete puntos (72-77) que pareció definitiva, pero cuando todo parecía perdido un heroico parcial de 9-0 dejó todo por decidir con 180 segundos por jugarse (81-81). Cuando todos esperaban a Rudy Fernández, apareció la figura de Sonseca para anotar los puntos que decantaron el duelo.