El primer día de entrenamientos libres del Gran Premio de Gran Bretaña se fue ayer al traste para casi todas las escuderías, debido a la intensa lluvia que impidió a los equipos realizar los ensayos para la carrera de mañana, prevista en seco.

Desde primera hora, la lluvia recibió a los pilotos y a los numerosos seguidores que se acercaron al trazado inglés, pero a pesar de un cielo amenazante, el agua dejó de caer. La pista, no obstante, permaneció mojada durante toda la primera sesión.

Más tarde llegó el chaparrón, y a pesar de unos cuantos atrevidos como Toro Rosso, que sacó los monoplazas a la impracticable pista de Silverstone, la mayoría guardó el coche en el garaje, a la espera de un rayo de luz entre tanta tiniebla en el cielo inglés para poder montar los neumáticos de seco y hacer los ensayos necesarios.

A la hora cumplida de la sesión de la tarde, sólo media docena de coches había intentado como mínimo ajustar el monoplaza para una situación de lluvia en carrera, mientras que el resto veía desde el garaje cómo se consumía la jornada y el plan de trabajo

Todo quedó aplazado para hoy. De esta forma, aunque ayer por lo poco que se ha visto, y sobre todo escuchado en los motores de algunos monoplaza, como los McLaren, se podría estar gestando una nueva polémica, que ya se apuntó en la conferencia que los jefes de equipos han escenificado mínimamente, acerca del ruido de los propulsores cuando entraban en las curvas.

Fernando Alonso también se vio superado por una jornada de escaso rendimiento y avanzó que en la jornada de hoy Ferrari no intentará recuperar el terreno perdido en la doble sesión de ayer, sino que avanzará en las probaturas con los neumáticos si el día resulta seco. "La lluvia, definitivamente, no ayudó", resumió.

Mientras, Jaime Alguersuari (Toro Rosso), comentó tras los ensayos que se estaba "muy veloz" sobre mojado y que su equipo había hecho "un gran trabajo en los reglajes para una carrera sobre mojado".