Encontrar un patrocinador o afianzar la estructura económica de un equipo es una de las tareas más complejas de los responsables de las formaciones ciclistas. Aparte de los grandes grupos, Sky, BMC, Garmin o Astana, los mánagers tienen problemas para mantenerse en el pelotón.

El Radioshack ha visto cómo la cadena estadounidense de electrodomésticos que trajo al ciclismo Lance Armstrong en su retorno hace cuatro años se retira tras los escándalos ligados al texano. Su estructura y presupuesto serán asumidos por Trek, que acaba de anunciar a bombo y platillo la renovación del suizo Cancellara.

Tampoco hay inquietud en las formaciones ligadas a grupos petroleros: además de Astana, creado por un conglomerado de empresas kazakas de crudo, el ruso Katusha, vinculado con Gazprom, y el holandés Argos. Los relacionados con las apuestas no deben tener problemas: el decano del pelotón es el Lotto, empresa de loterías belga, que no ha dejado de esponsorizar a su formación desde 1985. Más reciente, pero igualmente sólido, es el apoyo de la empresa pública de loterías francesa, La Francaise des Jeux (1997).

Más reciente fueron la llegadas del belga Quick Steep, sustituido como principal espónsor por el grupo farmacéutico Omega, y el italiano Lampre. Ambos están desde 1999.

En Italia, la novedad fue la sustitución de Liquigas por la empresa de material de ciclismo Cannondale. Más antiguo es el patrocinio del francés Cofidis. La aseguradora AG2R, en el pelotón desde hace 10 años, no pone en duda su permanencia. En Francia, la principal incógnita es el Europcar. Algo similar le sucede al Euskaltel. Movistar, por su parte, ha extendido un año más su confianza. En el Saxo Bank, el patrocinio no está en peligro, aunque no está claro si el banco de inversiones danés cederá el puesto de principal patrocinador al actual segundo, Tinkoff.