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El lunar de Simeone

  • La derrota ante el Madrid, una más, deja tocado al argentino, que confía aún en el milagro en la vuelta

Pasan los años y Diego Simeone, capaz de encontrar soluciones para casi todo, sigue sin poder descifrar al Real Madrid, el único equipo que consigue frustrar los sueños de grandeza del técnico del Atlético. El conjunto rojiblanco se situó el martes frente al abismo al recibir un 3-0 doloroso que lo aleja de una nueva posibilidad de jugar una final de la Liga de Campeones y ganarla por primera vez en su historia.

Simeone aparece nuevamente señalado por sus decisiones durante el partido. Si el encuentro se planteaba como una batalla táctica entre el argentino y Zinedine Zidane, se puede decir que el francés salió victorioso.

Fue el cuarto año consecutivo en el que el Real Madrid se cruzó en el camino de Simeone en la Liga de Campeones. Y nunca antes recibió tan sonora paliza. En 2014 le ganó en una prórroga que los blancos forzaron gracias al famoso gol de Sergio Ramos en el descuento. Luego, el Atlético cayó en cuartos con un tanto de Chicharito Hernández a tres minutos de la conclusión. Y en la final del pasado año el Real Madrid ganó en la tanda de penales.

En esas tres citas, el Atlético llevó al límite al Real Madrid, pero no ocurrió nada de eso en el encuentro del martes, en el que los blancos superaron a su vecino en todas las facetas del juego. También en el aspecto táctico.

Nadie como el Real Madrid consigue romper el karma de Simeone, un entrenador habitualmente firme que sólo ante los blancos ofrece síntomas evidentes de flaqueza. Por ejemplo, la derrota en la final de Milán del pasado año lo obligó a decir que necesitaba "tiempo para pensar" en su futuro, aunque al final decidió seguir en su actual puesto.

Quienes le conocen aseguran que aquella final perdida provocó una seria grieta en el entrenador argentino. Lo acusaron de ser conservador cuando tenía al Real Madrid contra las cuerdas y parece que aquello se le quedó en la mente, a juzgar por lo ocurrido el martes. Con 1-0, y la eliminatoria todavía muy abierta, Simeone obró contra natura y puso en el campo a jugadores como Fernando Torres, Nico Gaitán y Correa. Fueron cambios muy ofensivos que no tuvieron el efecto deseado. Al contrario, su equipo se partió y lo que era una eliminatoria abierta se convirtió en algo próximo a la sentencia con dos goles más del Real Madrid que llegaron al contraataque, con los rojiblancos descompuestos en defensa.

Una vez finalizado el choque, Simeone ofreció una rueda de prensa de apenas tres minutos. Se le notaba golpeado. Y sorprendió con su análisis del encuentro. "El primer tiempo fue parejo", dijo, cuando su equipo casi no realizó ningún disparo a portería y el Real Madrid tuvo no menos de cinco ocasiones claras.

Lo que sí se pudo asociar al Simeone más reconocible fue su arenga en busca del milagro: "Para muchos, un 3-0 será imposible. Yo no creo que sea imposible. Tenemos el partido de vuelta y tenemos nuestras opciones".

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