La delegación española sumó en Londres tres nuevas medallas -un oro, una plata y un bronce- de la mano del lanzador de disco David Casinos, del jugador de tenis demesa Álvaro Valera y el tándem ciclista compuesto por José Enrique Porto y Juan Antonio Villanueva, respectivamente.

El primer metal de la jornada llegó pronto, de la mano del sevillano Álvaro Varela. El palista tuvo que conformarse con una plata "agridulce" en la clase 6 al perder en la final ante el tailandés Rungroj Thainiyom. El hispalense, bronce en los Juegos Paralímpicos de Pekín en 2008 en la clase 7 y oro en Sidney 2000, cayó claramente ante el asiático por 3-0 (11-8, 11-8 y 12-10), en un partido en el que, como reconoció, no estuvo "a la altura". No en vano, el andaluz se plantaba en la gran final como primer cabeza de serie sin haber cedido ningún set. Frente a Thainiyom, al que había derrotado en otras citas, encontró muchos más problemas ante un rival muy ágil e inspirado.

Mientras, el granadino José Manuel Ruiz no tuvo tanta suerte y no pudo colgarse la medalla de bronce en la clase 10 después de perder por 1-3 (11-9, 7-11, 5-11 y 6-11) ante el indonesio David Jacobs.

A primera hora de la tarde llegó la segunda alegría del día, cuando el tándem formado por José Enrique Porto y José Antonio Villanueva lograba el bronce en la prueba de velocidad del ciclismo en pista de la clase B, éxito que unen a la plata conseguida en el kilómetro 24 horas antes. De este modo, el ciclismo en pista cierra de la mejor forma posible su actuación en Londres, con cuatro preseas. El dúo firmó el tercer mejor registro en las clasificatorias con un tiempo de 10.458, lo que les envió a un duelo con los griegos Stefanakis y Troulinos, que se decantó del lado de los españoles. En las semifinales, los rivales eran los poderosos Neil Fachie y Barney Storey, que no dieron opciones y enviaron a Porto y Villanueva a la pelea por el bronce con los japoneses Oshiro e Ito.

El oro, sin embargo, se hizo esperar y no llegó hasta última hora de la noche. Su protagonista fue David Casinos, que se estrenaba en el Estadio de Stratford ganando su prueba menos predilecta, el lanzamiento de disco de la clase F11, con un lanzamiento de 38,41 metros (su mejor marca de la temporada) en su tercer intento, aunque desde el segundo dominó la prueba (36,83), por delante del ucraniano Vasyl Lishchynskyi (35,66).