El mediofondo nacional vuelve a ser dominio sevillano. En realidad, casi no dejó de serlo, pero las lesiones impidieron a Manuel Olmedo dar continuidad a sus buenos resultados en el 1.500, pero el hispalense está de vuelta, como demostró en los Nacionales de Madrid bajo techo, en los que Kevin López se convirtió en el primer atleta de 800 en encadenar cinco títulos nacionales bajo techo.

La ausencia por lesión de Adel Mechaal, autor de un histórico doblete en 1.500 y 3.000 el año pasado, dejaba solo a Olmedo en el papel de favorito, después de su récord de España de 1.000 (2:18.24) y su marca en esta prueba (3.38,25), pero no le faltaban rivales temibles como Marc Alcalá o David Bustos, que buscaba la mínima mundialista. Olmedo los marcó de cerca mientras la carrera discurría sin novedad. A 300 metros del final David Lorenzo cambió bruscamente. El sevillano oyó la campana en quinta posición, pero fue adelantando hasta vencer, brazos en alto, con 4.02,79, seguido de Alcalá, Lorenzo y Bustos. Olmedo aún no ha decidido si acudirá a los Mundiales de Portland.

A Kevin López le había salido un adversario de cuidado en el 800, el salmantino Álvaro de Arriba, que el 13 de febrero irrumpió con una marca de 1.46,63 minutos. Pero el loreño, cuatro décimas más rápido que él este año, no dejó escapar su quinto título consecutivo. Tomó la cabeza desde el disparo. Pasó el 400 en 55,33, con De Arriba a rebufo, y apretó a fondo en el último giro para ganar con 1.49,20.

Además, la eterna Ruth Beitia dejó en Madrid la enésima muestra de su excelencia con un salto de 1,98 metros que, a un mes de cumplir 37 años, lo encaramó al primer puesto del ranking mundial del año, un bello adorno para su título nacional número 15 en pista cubierta tras el alcanzado en 2002 en Sevilla. La cántabra llegaba a Madrid con la cuarta mejor marca mundial del año (1,95). Atacó por primera vez el listón en 1,83; renunció al 1,87, que superaron primero Cristina Ferrando y luego Raquel Álvarez, que después hizo récord personal con 1,90. Beitia replicó sin problemas, si bien por primera vez en nueve años había dos españolas por encima de 1,90 metros. Beitia superó 1,93, 1,96 y luego, a la tercera, con 1,98, adelantando en la lista mundial del año a la lituana Airine Palsyte y la polaca Kamila Licwinko (1,97).

Además, Esther Guerrero revalidó su corona en el 800 con superioridad (2.05,28), Arian Olmos volvió a ser el rey del sprint (6,72); en 400 metros, al día siguiente de batir su récord personal (46,80), Lucas Búa hizo marca personal con 46,65, billete para Portland, mientras que Aauri Lorena Bokesa no tuvo rival en el 400 femenino.