El nuevo inquilino del banquillo arcense, José Antonio Luna, comenzó ayer por la tarde su andadura como máximo responsable del plantel que hasta ahora dirigía Ángel Oliva. Después de una pequeña alocución a los jugadores, entre los que no se encontraban ni Miguel Sánchez (lesionado) ni Vidal (trabajando), les indicó que iban a realizar una sesión liviana que serviría al técnico jerezano como primera toma de contacto con los componentes de la plantilla.

José Antonio Luna explica que "me he decidido por el Arcos al ver el interés que ha puesto la junta directiva. Me hacía mucha ilusión coger las riendas del conjunto serrano, para lo cual me he desvinculado totalmente de mi cargo federativo para dedicarme por entero a mi nuevo equipo".

La llamada de la directiva arcense le cogió de sorpresa, pese a que había tenido varias ofertas de equipos durante su etapa de seleccionador, "pero ninguno me llamaba la atención. Es cierto que en estos últimos días tenía alguna cosilla encima de la mesa, pero el Arcos ha hecho especial hincapié, intentando por todos los medios que me quedase con ellos y me ha motivado mucho la predisposición que han tenido para que entrenase al equipo. En la reunión del martes por la noche perfilamos el proyecto que queríamos poner en práctica y llegamos a un rápido acuerdo".

El ya técnico del Arcos subraya que "primero hay que sopesar la situación. Supongo que los jugadores también lo están pasando mal debido a la racha negativa por la que atraviesan. A ellos les perjudica mucho y hay que darles un voto de confianza porque, al fin y al cabo, son los que van a pelear por que los resultados sean positivos. Nosotros podemos aportar una idea y una forma de trabajar que luego ellos tienen que poner en práctica. Los logros importantes los consiguen los futbolistas y debemos respaldarlos para conseguir los objetivos".