tenis

Un número uno de futuro

  • Murray echa cuentas de lo que tiene que hacer para que su posición en lo más alto del ranking no sea efímera

  • En el Masters, la primera prueba

El tenista británico Andy Murray durante el partido contra el eslovaco Martin Klizan de primera ronda del Abierto de Viena. EFE/Christian Bruna

El tenista británico Andy Murray durante el partido contra el eslovaco Martin Klizan de primera ronda del Abierto de Viena. EFE/Christian Bruna

Después de alcanzar la cima del ranking mundial por primera vez en su carrera, Andy Murray ya está pensando junto a su equipo en la manera de sostenerlo en el tiempo, incluso antes del inicio del Masters de Londres en el que será el máximo favorito. Por primera vez desde que lo hiciera en el US Open, el escocés volverá a reunirse con Ivan Lendl, su entrenador a tiempo incompleto, aunque mal no le fue sin el ex número uno del mundo: el británico ganó los cuatro torneos que disputó (Pekín, Shanghái, Viena y París-Bercy) y desplazó a Novak Djokovic como número uno de la ATP.

Después de su triunfo en la capital francesa, Murray voló en un avión privado a Londres, donde afrontará desde el 13 de noviembre un Masters en el que intentará retener el número uno.

El escocés afrontará el último torneo del año con una pequeña ventaja de 405 puntos, aunque deberá compensar las 275 unidades que perderá por la obtención de la Copa Davis del año pasado. El torneo definirá quién acaba 2016 como número uno. Tanto Murray como Djokovic dependen de si mismos, aunque si gana el escocés, independientemente de sus resultados en la primera fase, el de Dunblane iniciará el 2017 en ese puesto. El serbio, por contra, no puede permitirse una sola derrota en el todos contra todos y está obligado a ganar los cinco partidos para recuperar su corona.

"Quiero disfrutar este número uno, porque quizás pueda ser sólo una semana", dijo Murray. "Iré preparando la agenda para el inicio del próximo año con los objetivos hasta marzo. Me he dado cuenta de que he trabajado mejor cuando he tenido metas a corto plazo", dijo.

El de Glasgow llegó al número uno del mundo nueve años después de haber alcanzado el segundo puesto, por lo que no se quiere fijar objetivos a largo plazo. "Nadie esperaba lo que sucedió en estos últimos meses tras Roland Garros -perdió la final ante Djokovic-. Para mí también fue inesperado", reconoció el tenista, que añadió: "No tengo idea de lo que puede pasar de aquí a cinco o seis meses, pero, obviamente, me encantaría ganar el Abierto de Australia. He estado cerca varias veces y nunca lo he podido conquistar", añadió.

Para Murray, de momento, no existe preocupación por el desgaste mental que viene sufriendo ni por la presión a la que fue sometido en los últimos meses. "Mentalmente he estado en un buen foco durante mucho tiempo este año y no me siento muy estresado lejos de la cancha. Los más agotadores son obviamente los partidos y siempre es más difícil cuando se pierde que cuando se gana", resaltó el nuevo número uno.

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