Más de lo mismo y sin ninguna novedad a la vista. Después de un nuevo día de reuniones entre los abogados de Francisco Garrido y de Joaquín Morales, la compraventa del Xerez Deportivo sigue en el aire y con pocos visos de ser zanjada al menos durante el día de hoy. La jornada de ayer fue nuevamente maratoniana, con reuniones entre ambas partes, que siguen dando forma a un contrato privado que será firmado esta misma semana si la situación no sufre modificaciones de última hora.

En el seno de la afición xerecista la llegada de Francisco Garrido al Deportivo comienza a verse con cierta incertidumbre principalmente porque no se entiende que el empresario de Espera quisiera comprar el club antes incluso del último partido de Liga y ahora esté demorando tanto la operación.

Entretanto, Joaquín Morales se mostraba ayer convencido de llegar a un acuerdo en los próximos días y certificar así un asunto que se ha retrasado en exceso. El todavía presidente del Xerez comentó a última hora de la noche de ayer que "a día de hoy todo está correcto, Paco Garrido tiene todos los números del club y está conforme. Han comprobado que lo que hemos hablado coincide con la realidad y solamente estamos a la espera de que nos digan la fecha y la hora para firmar y dejarlo todo cerrado. Yo espero hacerlo esta misma semana, aunque prefiero no hablar demasiado".

El empresario nazareno, que siempre se ha caracterizado por dar la cara en los momentos complicados, quiso así mandar un mensaje de tranquilidad a la afición, bastante inquieta al ver quepasan los días, la negociación no avanza y que la pretemporada está a punto de comenzar. Morales señaló que "sé que hace dos semanas que dije que el club estaba vendido, pero esto es así y requiere un tiempo, no como hice yo cuando vine que entré sin mirar ningún papel. Estas son personas serias y quieren tener todo atado, pero vamos, que todo está bien, no hay ningún problema con ningún presidente anterior ni nada de eso".