El Espanyol, después de malgastar toda su ventaja y completar una segunda vuelta nefasta, se juega ante Osasuna casi todas sus opciones de jugar en Europa la próxima campaña, ya que un nuevo tropiezo sería un palo demasiado duro para una plantilla en plena espiral negativa.

Tres victorias en la segunda vuelta son un pobre balance para un equipo que aspira a jugar en la Copa de la UEFA la próxima temporada. Las facilidades defensivas han convertido a los de Ernesto Valverde en un equipo vulnerable en todos los aspectos. Incluso en ataque, pues lleva tres partidos seguidos sin marcar.