fútbol primera andaluza

A recuperar el olfato goleador

  • El Industrial, segundo máximo goleador en Liga, acumula dos empates a cero consecutivos

Juanma Carrasco celebra con Paco Cala el gol que le hizo al Chiclana.

Juanma Carrasco celebra con Paco Cala el gol que le hizo al Chiclana. / vanesa lobo

Cortada "la sangría", término que Paco Cala, entrenador del Jerez Industrial, empleó para referirse al número de goles que venía encajando su equipo, al cuadro industrialista le toca ahora recuperar el olfato goleador, perdido en las dos últimas jornadas resueltas con sendos empates a cero, si bien hay que tener en cuenta que los 'miuras' que estaban enfrente eran Bazán y Trebujena, los dos primeros clasificados de la tabla.

Con Paco Cala en el banquillo, el Jerez Industrial ha sumado cinco de nueve puntos posibles. El técnico debutó frente al Chiclana, al que se superó en La Juventud por dos goles a uno después de un gran primer tiempo y un segundo bastante más flojo. Luego, frente al Trebujena, en un partido con los dos equipos más pendientes de guardar su portería que buscar la del contrario, llegó el primer empate sin goles. Jesús Vega tuvo un disparo al larguero e Iván Asencio un mano a mano que resolvió mal. Los de Toni López, por su parte, también tuvieron un par de ocasiones al final del partido. Y el pasado domingo, los jerezanos empataban, otra vez sin goles, en casa del líder en un encuentro que sólo pudieron jugar 12 jugadores de la primera plantilla debido a las numerosas bajas entre lesionados y sancionados. Nico -gratísima noticia su vuelta- tuvo una clara ocasión y Fabio sólo tuvo que actuar en un lanzamiento lejano que despejó de puños y en un par de acciones a balón parado aunque al final los locales tuvieron dos lanzamientos peligrosos que se marcharon fuera. En resumidas cuentas, el Jerez Industrial concede mucho menos pero su capacidad anotadora -es el segundo máximo goleador de la categoría- ha descendido.

Paco Cala pide a Juanma Carrasco que sea "más listo con los árbitros"

Ante la Juventud Sanluqueña este domingo (14:30 horas) llega la primera oportunidad para revertir esta situación.

Un futbolista que es capital en el juego de ataque blanquiazul es Juanma Carrasco, a quien los colegiados parecen que le han tomado la matrícula y eso preocupa al técnico lebrijano. Contra el Trebujena fue expulsado por doble amonestación, la segunda al entender el árbitro que se había dejado caer. Las pruebas videográficas demostraron que fue todo lo contrario, y el Comité le quitó la amonestación, por lo que pudo jugar en San Fernando. En Sacramento, el colegiado dejó de señalarle dos claras faltas sobre el extremo cuando éste se marchaba solo por la banda izquierda -también escamoteó un clarísimo penalti de Güiza a Javi Muñoz- y el jugador, harto, pidió el cambio y se marchó al vestuario antes de que finalizase la primera mitad, aunque volvió para jugar los minutos finales.

Paco Cala, consciente de que Juanma pasa por un excelente momento de forma y que es vital para el ataque habida cuenta de las bajas de Casares o David Piñero, está trabajando en modelar el carácter de un jugador que a veces se pierde demasiado protestando al árbitro. Así, cuando se le preguntaba el pasado domingo si los árbitros le tienen cogida la matrícula contestaba lo siguiente: "Sí. Y parte de culpa la tiene él; no gran parte, pero sí parte; estamos hablando con él. Se lo he comentado durante la semana, en el descanso y también se lo tendremos que decir estos días. Tiene que ser más listo con los árbitros. No por el fondo sino por las formas. Si le hacen una falta y no la pita el árbitro, tiene que seguir porque este tipo de árbitros que viene de otras categorías ve al futbolista de forma distinta. Si le dices muchas cosas al árbitro al final te perjudica".

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