Vicente del Bosque regresa a la ciudad que lo vio nacer, un motivo que sin embargo no parece lo suficientemente importante como para que el seleccionador español muestre en público algún atisbo de sentimentalismo. "Fue hace mucho...", se limitó a decir ayer. Del Bosque nació hace 59 años en la localidad castellana de Salamanca. Dejó su tierra con 18 años y como proyecto de buen futbolista, y regresa 41 años después como el seleccionador campeón del mundo.

La Federación Española de Fútbol quiso que el primer partido de la España campeona se celebrara en Salamanca, un reconocimiento hacia un hombre enormemente apreciado por los dirigentes y empleados que trabajan con él.

Durante estas décadas, los dirigentes federativos tuvieron que trabajar con técnicos de fuerte carácter, como fueron Clemente, Camacho o Aragonés. A veces las relaciones no fueron muy sencillas. Todo lo contrario que con Del Bosque, de quien es casi imposible escuchar una palabra de reproche.

El técnico aceptó la propuesta con alegría, aunque tan contenida como es él mismo. Así, lo primero que hizo tras conocer la propuesta de sus dirigentes fue decir: "Pero sin más festejos, ¿eh?".

Del Bosque no quiere que nada le distraiga de su misión: conseguir los tres puntos ante Lituania. Por eso, reclamó que no se le entreguen placas conmemorativas ni se le haga participar en festejos.

A lo único que accedió es a recibir ayer un jamón -nada de recuerdos lujosos ni de relojes- de manos de uno de los patrocinadores de la selección durante el Mundial. "Hay un aspecto sentimental, emocional, por muchos recuerdos. Pero no es un partido tan especial. Hay una parte emotiva, claro, pero mantendremos el tipo sin ningún problema", explicó en rueda de prensa.

El seleccionador regresa al mismo escenario en el que hace 32 años actuó como capitán de la selección española en el triunfo por 5-0 ante Chipre. "Fue bonito, pero tengo recuerdos muy lejanos", dijo casi con vergüenza.

Prefirió centrarse en lo de esta noche: "Afrontamos dos partidos claves que muchos pueden pensar que son cómodos pero debemos prepararnos para las dificultades. Lituania nos va a poner muchas porque son un equipo organizado, sin nombres con mucho eco que juegan bien y no han encajado un gol en dos partidos".