El 'representante' del Real Madrid

La afición blanca espera que Morata golee también ante el Barcelona

A. Bravo (Dpa) Berlín

05 de junio 2015 - 05:02

El Real Madrid no estará en la final de la Liga de Campeones, pero tiene su pequeña representación en Álvaro Morata, su verdugo en las semifinales y su esperanza para el duelo ante el Barcelona. La Juventus eliminó al actual campeón de Europa contra todo pronóstico por un global de 3-2 gracias en buena parte a los dos goles obtenidos por Morata. Él se encargó de dar la gran sorpresa y ahora afronta la final del fútbol europeo sintiéndose una estrella emergente.

El joven jugador de 22 años se convirtió en una de las grandes revelaciones de la temporada. Formado en las categorías inferiores del Real Madrid, tuvo que emigrar a Turín en busca de los minutos que no tenía en su equipo de toda la vida. Y la decisión fue todo un éxito.

Los hinchas del Real Madrid alentarán a Morata con el fin de que sus goles puedan evitar tener que ver al Barcelona sucediéndole en el palmarés del torneo y completando así la temporada perfecta tras conquistar la Liga española y la Copa del Rey. Morata vivió el 14 de mayo su noche más agridulce. Marcó su gol menos deseado, el que supuso el 1-1 para la Juventus y la eliminación del Real Madrid. "Ojalá hubiera metido el gol ante otro equipo", reconoció tras el choque.

El pasado año se fue del Real Madrid por la puerta de atrás para iniciar una aventura difícil. Cristiano Ronaldo, Gareth Bale y Karim Benzema le quitaban todos los minutos que un joven futbolista necesita para no estancarse.

Lo llamó la Juventus, que pagó por él la nada despreciable suma de 30 millones de euros, una cifra que pareció excesiva por un proyecto de futbolista. En el momento de la firma era el cuarto delantero del Real Madrid, lo que equivale a ser un jugador desprovisto del más mínimo protagonismo.

El entonces técnico de la Juventus, Antonio Conte, fue el hombre que más peleó por el fichaje. Pero el 15 de julio, el entrenador italiano anunció su dimisión para recalar luego en la selección de su país. Todo un golpe para Morata, quien delante tenía a jugadores del nivel de Carlos Tévez o su compatriota Fernando Llorente, además de un nuevo técnico, Massimilano Allegri, al que convencer.

Los inicios no fueron fáciles para Morata, pero siempre mantuvo la fe en un futuro mejor. Y los minutos fueron llegando, muy poco a poco. También los goles, y con ellos una titularidad cada vez más asidua. Hasta llegar al tramo final de la temporada como delantero indiscutible de la Juventus junto a Tévez y el premio añadido de su convocatoria con la selección española.

Morata está ahora ante el partido de su vida. "También quiero ganar al Barça por la afición del Real Madrid", manifestó esta semana. El punta madrileño confía en su velocidad y capacidad de remate, sus dos grandes virtudes como futbolista, a las que añadió la costumbre de marcar goles decisivos. Lo saben los hinchas del Real Madrid, quienes ahora se encomiendan a él para cerrar con una mínima sonrisa su aciaga temporada.

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