tenis

Una senda para Davidovich

  • Su entrenador desgrana las claves del próximo asalto del campeón júnior de Wimbledon al circuito ATP

  • Lo quiere ver en el Top 500 ya en diciembre

Alejandro Davidovich posa con el título de Wimbledon a su llegada al aeropuerto de Málaga en la madrugada del martes.

Alejandro Davidovich posa con el título de Wimbledon a su llegada al aeropuerto de Málaga en la madrugada del martes. / javier albiñana

Hace justo una semana, Alejandro Davidovich Fokina (Málaga, 1999) conquistaba el trofeo júnior de Wimbledon. Tras llegar a las semifinales de Roland Garros en la misma categoría, vencer en Londres le hizo entrar automáticamente en boca de todo el mundo del tenis. Nicolás Mejía, Dan Added, Oliver Crawford, Yibing Wu, Patrick Kypson y Axel Geller fueron sucumbiendo frente al español, que reinó sobre las pistas del All England Tennis Club sin ceder un solo set en todo el torneo. También estuvo presente en la gala de campeones que tradicionalmente se realiza el último domingo. Allí estuvieron, entre otros, Garbiñe Muguruza, campeona del cuadro femenino principal, y Roger Federer, el campeón del cuadro principal masculino. Al día siguiente, el joven tenista malagueño llegaba a Málaga entre flashes de cámaras y elogios a su juego. En manos de su entrenador, Jorge Aguirre, queda gestionar su salto al profesionalismo.

"Ahora se esperará algo de él cada vez que juegue. Las expectativas las genera porque su nivel de tenis se lo ha permitido. Con sus virtudes y defectos, debe seguir escalando", advierte su sombra, que tiene un plan marcado para integrar a Davidovich en el tenis profesional. "Digamos que he ido marcando desde hace cuatro años un escalado para él y, de momento, lo hemos ido cumpliendo. Este próximo diciembre mi intención es que esté en el Top 500, ahora está el 550. Yo creo que lo va a conseguir y lo va a mejorar con creces. Si en este año termina 500 y el año que viene terminamos 250, no iríamos nada mal", explica Aguirre.

El camino no es sencillo, y no todos los torneos son adecuados para el crecimiento del joven talento. La suma de puntos ATP puede verse como una obsesión con el objetivo de escalar rápidamente en la clasificación, algo que no viene igual de bien a todos los tenistas de corta edad: "Intentaremos jugar los menos Futures posibles. Álex es un jugador que, cuanto más grande sea el botín de puntos por el que juega, es más peligroso, por lo que tendremos que seleccionar bien dónde conseguiremos las invitaciones a torneos", afirma el entrenador.

Lo que queda más claro es que la orientación es hacia el circuito profesional, aunque puede haber alguna excepción, en función de cómo avancen las próximas semanas: "A partir de septiembre ya no se va a tocar nada en júnior, a no ser que queramos ir al Masters de China, que como campeón de este Grand Slam puede recibir una invitación. Aún no lo sabemos".

Para jugar en el circuito ATP se necesitan muchas cosas. Una, fundamental, es la paciencia: "Al final tiene que estar todo a un nivel muy alto para pegar el gran salto. No por correr más avanzas más. Intentaremos hacerlo con la cabeza para ayudarle a él y que no se agobie. Los pasos deben ser fijos". Por lo que el malagueño tendrá que seguir trabajando en su juego, no sólo en lo técnico, porque "hay cosas en la parte mental que tiene que mejorar". Advertido esto, el nivel de Davidovich es alto. Como asevera su preparador, "es un jugador de ATP muy bueno a día de hoy", aunque recalca que "con respecto a los jugadores que están entre los 200 del mundo, está más atrasado en la parte de madurez en pista".

Una de las líneas a seguir en lo que queda de temporada es aprender a representar a España como selección, especialmente cuando todos los ojos se puedan poner sobre él. Jorge Aguirre ve este hecho como algo positivo que debe contribuir a su proceso de formación como jugador. "De aquí a octubre existe la posibilidad de que juguemos dos torneos júnior como el Campeonato de Europa y la Summer Cup, campeonato de Europa por naciones, y él va como número 1 español. Creo que es bonito que los siga jugando y viviendo. No es fácil pensar en esos objetivos teniendo otras cosas tan bonitas por delante, pero para todo hay tiempo. Debe aprender a disfrutar de jugar con España en su categoría y pelear".

Alejandro Davidovich es, junto a Nicola Kuhn, la gran promesa del tenis español. Mucha es la presión que se ejerce ya sobre ellos en una época en la que se mira con preocupación el futuro del tenis español, especialmente cuando tenistas como Rafa Nadal o David Ferrer ya tienen una edad superior a la treintena. Jaume Munar, otra joven perla del tenis nacional, ya fue convocado por Conchita Martínez para disputar la última eliminatoria de Copa Davis que España perdió en Serbia. No se descarta que Davidovich pueda experimentar una experiencia similar más pronto que tarde, con el fin de que conviva en el ambiente profesional de la Copa Davis, y siga dando pasos en su madurez tenística. Pero todo debe ir con calma y sin precipitarse: "Hay que mantener la línea, que mal no está yendo", concluye Jorge Aguirre, su mentor, aquel que apostó desde el inicio por él.

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