Theresa Zabell desgrana con detalle, cariño y dosis de crítica su trayectoria profesional en el mundo de la vela, un deporte a través del cual alcanzó la elite mundial con dos oros olímpicos y títulos de campeona en Mundiales y Europeos, entre otros logros. La malagueña de adopción se convirtió en la protagonista de la octava edición del ciclo 'El Deportista y su Memoria', que organizan la Asociación de la Prensa Deportiva provincial de Cádiz y la Federación de Periodistas Deportivos de Andalucía, y que en esta ocasión tuvo como escenario el Palacio Castillo de Luna, en Rota.

Ante cerca de un centenar de personas entre autoridades, deportistas provinciales y medios de comunicación, la ex regatista llegó a lo más profundo de los presentes por su sinceridad, contando con detalles algunos episodios de su vida deportiva que hasta el momento eran desconocidos. Todo ello provocó que después de casi dos horas de entrevista, Zabell fuera despedida con una cerrada ovación e infinidad de regalos por parte de la organización y de los patrocinadores.

Al acto asistieron Felipe Márquez (vicepresidente del Instituto para el Fomento del Deporte), Montemayor Láynez (teniente de alcalde del Ayuntamiento de Rota), Manuel Láynez (concejal de Deportes Ayuntamiento de Rota), Felipe Benítez Ruiz-Mateos (vicepresidente Fundación Ruiz-Mateos), Manuel Prado (Ayuntamiento de San Fernando), Javier Bermejo (presidente Periodistas Deportivos de Andalucía), Fernando Perea (presidente APD Cádiz), Nicolás Mariño (director técnico de la Federación Andaluza de Vela) y Moreno Periñán (campeón olímpico de ciclismo).

Modesto Sánchez se encargó de dirigir la entrevista. Nadie como este periodista deportivo conoce con detalle la trayectoria de Zabell, lo que quedó patente a medida que avanzaba la entrevista. Zabell comenzó su intervención dando gracias a todas las personas, ciudades e instituciones que le permitieron triunfar en la vela. Lo hizo emocionada porque acababa de asistir a la proyección de un vídeo que recogía documentos históricos de su etapa profesional.

"En Rota me siento como en casa. Aquí gané un Mundial de vela (1992) y fue la plataforma que me catapultó a lo que logré luego. Presumo mucho diciendo que tengo una escuela de vela con mi nombre en Rota", fueron las primeras palabras de la deportista nacida en Reino Unido hace 44 años. Repartió sus éxitos con el amplio equipo de trabajo y colaboradores que siempre le han acompañado, diciendo que "ningún deportista es capaz de ganar algo si no se cuenta con la implicación y generosidad de la sociedad". "Por eso cuando dejé mi carrera quise devolver a la sociedad una parte de lo mucho que me dio". Al tiempo que aportó su máxima sobre la competición: "Siempre digo que el primero gana, el segundo pierde y los demás participan".

Zabell recordó la dificultad de sus primeros años practicando vela, cuando "la Federación no contemplaba un presupuesto para la vela olímpica femenina", pero desveló su receta para llegar al éxito: "Tener un sueño, contar con un equipo que te ayude, la estrategia que utilices y, por último, la suerte". El ecuador de la entrevista puso sobre la mesa, a pregunta de Modesto Sánchez, un triste acontecimiento que privó a la regatista de poder acudir a los que hubieran sido sus primeros Juegos Olímpicos, Seúl'88: "Fue bastante más que una frustración personal. Fue la decepción más grande de mi carrera. Lo que me dolió, y todavía sigo sin entender, es que nosotras ganáramos en la fase de clasificación y no fuéramos a los Juegos. Aquello me hizo más dura y me ayudó a lograr las victorias siguientes", agregando que "no conozco un deportista que haya llegado a lo más alto sin tener carácter".

Despejó una duda que señala a la economía de la vela, ya que Theresa no tuvo reparos para explicar que "hay deportes en los que te puedes ganar la vida, aunque en la vela, no". Y como muestra, un botón: "El oro que conseguí en Barcelona fueron dos millones de pesetas. Era una ayuda y poco más. La vela olímpica tiene poco presupuesto". Pero tras dejar el deporte en activo, pasó a preocuparse de que mejorara la vela desde sus diferentes puestos en partidos en instituciones. Algo ha conseguido cambiar cuando hoy en día existen hasta cuatro clases olímpicas femeninas.

La faceta más crítica de Zabell surgió en el tramo final de la entrevista. Empezó por los problemas que tuvo con el presidente de la Federación para que su marido -miembro de su equipo- acudiera a Atlanta'96, y terminó con lo que ve como un aprovechamiento menor del mar por parte de España. "La vela sigue siendo un deporte bastante desconocido en este país. Se vive de espaldas al mar. Aquí tenemos un barco por cada 350 habitantes, mientras que en Noruega hay uno por cada diez; y eso que el clima nórdico es malo".

Para acabar, regresó al elogio a su Rota 'natal', deportivamente hablando. "Si todos los puntos de España hicieran lo que hace Rota, en diez años se notaría el aumento de deportistas. Rota supone mucho para mí y me ha dejado huella".