Francia-españa

Una situación límite

  • España necesita el triunfo ante Francia para no depender de carambolas en su deseo de defender el título en Brasil. Nunca un campeón se quedó fuera del Mundial en la fase previa.

La selección española visitará hoy a Francia en una "situación límite" y claramente amenazada, ya que podría convertirse en la primera campeona del mundo que se queda fuera de la posibilidad de defender el título.

Fue el propio seleccionador español, Vicente del Bosque, quien ayer acuñó ese término de "situación límite" en su rueda de prensa en París. Y no es para menos. El inesperado empate 1-1 ante Finlandia dejó a España con seis puntos en cuatro partidos jugados en el Grupo I, que precisamente lidera Francia con dos puntos más. Es decir, está obligada a ganar en París para mantener intactas sus opciones de acudir el Mundial.

La segunda posición conduciría a España a la posibilidad de acudir a una repesca, pero ni eso está garantizado. Por lo tanto, lo que ocurra hoy en el Parque de los Príncipes marcará el destino del Grupo I.

Dos Eurocopas consecutivas y un Mundial son la carta de presentación de la selección. La confianza y admiración de todos se la ha ganado a pulso, pero en el deporte no se vive del pasado y España debe poner punto final a momentos en los que hubo exceso de confianza. Pasó en el Vicente Calderón, ante Francia, cuando en el minuto 94 un saque de esquina a favor acabó con dos graves errores que significaron el tanto del empate de Giroud. Se repitió con Finlandia, cuando tras abrir la lata España se relajó y fue castigada por un rival que ni había pasado el centro del campo.

Para poder ganar en París, España debe recuperar viejas señas de identidad no mostradas en todo su camino en la fase de clasificación. Y, principalmente, debe traducir su amplio dominio en goles y ocasiones. Es lo que no sucedió ante Finlandia. Y Francia no es un rival cualquiera, como demostró el pasado año en el partido disputado en Madrid, cuando empató 1-1 ante una España que sufrió incluso para sacar ese resultado. Su seleccionador, Didier Deschamps, devolvió a Francia no sólo el orgullo, sino también el juego.

España acude a la cita con las ausencias importantes del lateral Jordi Alba, lesionado ante Finlandia, y David Silva, sancionado. A cambio, podría recuperar a la fiable vieja guardia del centro del campo, con Xabi Alonso y Xavi.

Ambos acusan diferentes problemas físicos y se perdieron la cita ante Finlandia, pero una "situación límite" también requiere decisiones límites. "Nadie va a jugar forzado. El que juegue es porque estará en condiciones. No creo que haya ansiedad, preocupa no marcar más goles, pero la mentalidad del jugador está tranquila. Esa mentalidad es ganadora", aseguró Del Bosque.

Las probables incorporaciones de Alonso y Xavi, más la ausencia de Silva, podrían propiciar la conformación de una delantera con Pedro y Villa. Aunque también podría suceder que España jugara con Cesc como único punta.

Así actuó, por ejemplo, en la última Eurocopa, cuando España ganó 2-0 a Francia jugando sin un delantero ortodoxo.

Con cuatro cambios posiblemente en el equipo titular llegará la Roja a un estadio en el que en su última visita se lució. Un 0-2 que confirmó el paseo, la exhibición máxima de un estilo al que ahora se agarra como firme argumento ante la crítica. En el grupo no hay dudas y sobran ganas de volver a demostrar quienes son. Que en el ambiente se escuche la expresión "fin de una época" causa al vestuario estupor.

Además, España contará con la reincorporación simbólica de Iker Casillas. El capitán del equipo no entró en la convocatoria tras dos meses lesionado, pero estará junto a sus compañeros en París como refuerzo anímico.

Francia recibe a España con la moral por las nubes, pero con el respeto debido a la actual campeona del mundo y al equipo que la eliminó de la última Eurocopa.

"No vamos a caer en el exceso de euforia. Pase lo que pase en París, España seguirá siendo el mejor equipo del mundo", aseguró Deschamps en la víspera.

Francia tiene el objetivo de repetir la segunda parte que hizo ante España en el Vicente Calderón. Lejos de replegarse y buscar el contraataque, se fue a por el partido y arrinconó a su rival en su propia área.

Todo indica que Deschamps volverá a confiar en el equipo que ganó 3-1 a Georgia el martes. Eso incluye al delantero Karim Benzema, una de las grandes estrellas del equipo, pero criticado estos días en su país por dos motivos: su eventual falta de compromiso con el escudo y su baja forma, porque ya acumula 929 minutos sin marcar un gol con la camiseta de su selección nacional.

París busca una selección para el Mundial y España está más exigida que nunca. Pero el actual campeón reclama memoria.

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