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El sprint final de Bale y el dilema de Zidane

Gareth Bale celebra el tanto conseguido el pasado sábado ante el Villarreal.

Gareth Bale celebra el tanto conseguido el pasado sábado ante el Villarreal. / Domenech Castelló / efe

Fiel a su naturaleza de velocista, Bale realizó durante el último mes un vertiginoso sprint con el objetivo de ser titular en la final de la Liga de Campeones y ahora la difícil decisión está en manos de su entrenador, Zinedine Zidane, quien deberá asumir si el galés es problema o solución.

Bale protagonizó el sábado ante el Villarreal una de esas jugadas por las que su hinchada viene suspirando desde que fichó por el Real Madrid, hace cinco temporadas. Un gol que completó la cifra de cinco en los últimos 20 días.

19Goles. Son los anotados por el futbolista galés en este curso, a los que hay que sumar ocho asistencias

Cuando muchos veían en él el puro reflejo de la desidia después de quedar relegado a la suplencia desde marzo, el galés mostró carácter para revelarse contra ese destino y ahora mismo nadie se atreve a asegurar que se quedará en el banquillo ante el Liverpool en el partido del 26 de mayo.

"Ahí está, a una semana de la gran cita, en la fila de embarque preferente a la final de la Champions", suscribió Marca. "Está en un punto de forma sensacional y se le caen los goles", añadió As.

Zidane debe valorar qué pesa más en la balanza, si un jugador con un extraordinario poder goleador o uno inconstante con cierta pereza para correr hacia atrás.

No es un dilema sencillo, y menos para un Madrid que durante esta temporada vivió colgado de Cristiano Ronaldo, muy dependiente del portugués para resolver sus partidos. Los 19 goles y ocho asistencias de Bale en 38 partidos son una estadística extraordinaria, y más si se tiene en cuenta que la percepción general es que fue una mala temporada para él.

Sin embargo, actualmente es mayoría el sector apuesta para Kiev por el mismo once que ganó la anterior edición de la Liga de Campeones con su apabullante victoria 4-1 ante la Juventus. Un alineación titular sin Bale y sí con Isco en el centro del campo, el nítido dibujo 4-4-2 por el que Zidane apostó mayoritariamente durante el último año y medio.

Eso sería todo un problema para el Madrid y Zidane en el corto plazo. Sería visto como toda una invitación para que el galés se marchara a final de temporada, con traspaso multimillonario incluido. Y ello en tiempos en los que se sigue rumoreando el interés del club blanco por contratar a Neymar en lo que sería la operación más colosal de todos los tiempos.

"Nunca ha bajado los brazos y ahora está marcando mucho. Contento por su papel, por lo que hace. No ha cambiado nada en él. Si hay una diferencia son los goles que está metiendo últimamente", explicó Zidane.

Parecieron unas palabras frías para un jugador que está en racha y marcando tantos espectaculares. El sábado se conocerá hasta qué punto el técnico blanco sigue confiando en Bale y el valor que concede a sus goles.

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