fórmula 1 lGran Premio de Bélgica

Un susto y nada más

  • Alonso abandona por culpa de un accidente, provocado por Grosjean, del que sale ileso y en el que se ven involucrados también Hamilton y Pérez · Button vence y Vettel recorta diferencias con el asturiano

Jenson Button (McLaren) ganó el Gran Premio de Bélgica, duodécima prueba del Mundial que sigue liderando Fernando Alonso (Ferrari) a pesar de abandonar tras ser embestido en la primera curva debido a un percance provocado por el francés Romain Grosjean (Lotus). Button, que el sábado había logrado en Spa-Francorchamps la octava pole de su carrera, la primera desde que es piloto de McLaren, dominó de principio a fin una carrera que supuso su decimocuarta victoria desde que pilota en Fórmula 1, por delante del alemán Sebastian Vettel (Red Bull) y del finlandés Kimi Raikkonen (Lotus).

Sin restar mérito a su triunfo, el inglés se benefició del accidente ocurrido en la primera curva provocado por Grosjean. El galo, que arrancaba desde la octava posición, se tocó con el inglés Lewis Hamilton (McLaren), que salió séptimo, junto a él, en la cuarta fila. La rueda trasera derecha del francés se enganchó con la izquierda delantera del británico y ambos se llevaron por delante a Alonso, quinto en parrilla, y al mexicano Sergio Pérez (Sauber), que arrancaba cuarto.

El accidente provocó la entrada en pista del coche de seguridad, que no se retiró hasta la cuarta de las 44 vueltas que se dieron. Y tuvo como principal consecuencia deportiva, además de que el asturiano no igualase la mejor racha histórica de carreras seguidas puntuando del alemán Michael Schumacher, 24 veces entre el Gran Premio de Hungría 2001 y el de Malasia 2003, que Alonso no pudiese abrir más brecha en la general, perdiendo una buena oportunidad de ampliar su ventaja al frente del Mundial. Pero aun así tuvo la suerte de salir ileso de un accidente que hubiese podido tener consecuencias trágicas. Y cuyo visionado hiela la sangre.

El percance también arruinó la carrera de Sergio Pérez, una de las revelaciones de la temporada, pero lo principal es celebrar que todo el mundo sigue en perfecto estado físico con miras a la siguiente prueba del calendario, el próximo domingo, en Monza, sede del Gran Premio de Italia.

Todo lo cuál no es óbice para que Button, que el jueves había negado de plano la posibilidad de subordinarse a su compañero y compatriota Lewis Hamilton, festejase un fin de semana de ensueño, que remató saliendo desde la pole y circulando desde ahí primero hasta la meta. El inglés arrancó bien tras la retirada del safety car y lo más destacable desde entonces fue la remontada de Vettel, que salió décimo y ascendió al segundo puesto antes parar en la vuelta 22.

En ese momento, a mitad de recorrido, el inglés era líder con 8,5 segundos sobre un Raikkonen que si su coche hubiese respondido mejor igual hubiese festejado su quinta victoria en la pista de Spa. La estrategia de Button y Vettel -únicos que fueron a una parada- se confirmó como acertada. El alemán recuperó la segunda plaza, y por detrás se vieron bellos duelos, como el protagonizado por Raikkonen y Schumacher, que se intercambiaron adelantamientos hasta que el finlandés dio un golpe de autoridad pegándole en la 32, y en la subida de Eau Rouge, una pasada al Kaiser, el hombre récord que festejaba sus 300 carreras en la Fórmula Uno con una séptima plaza. El teutón cedió después ante los empujes de su compatriota Niko Huelkenberg (Force India), el brasileño Felipe Massa (Ferrari) y el australiano Mark Webber (Red Bull), que acabaron, por ese orden, en los puestos del cuarto al sexto.

Alonso, que involuntariamente puso el corazón en un puño a todos sus seguidores, sigue al frente del Mundial con los 164 puntos con los que se marchó de vacaciones. Llegará a Monza, territorio ferrarista por excelencia, con 24 puntos sobre al bicampeón Vettel, que entra de nuevo (y con mucha fuerza) en la pelea por su tercer título, como el ovetense, campeón en 2005 y 2006 con Renault. Y con 32 y 33 puntos sobre Webber y Raikkonen, respectivamente.

Una molestia en la espalda fue lo único que tuvo que lamentar Alonso, quien confía que el destino le devuelva la jugada con algún cero para sus rivales en alguna de las ocho carreras restantes. Quizá en Monza, donde por fortuna, volverá a pilotar su Ferrari.

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